Por Mariano Vázquez | El Comité Nacional de Paro, que integran las tres centrales obreras de Colombia (CUT, CGT y CTC), organizaciones indígenas, estudiantiles, políticas, sociales, de jubilados y pensionados, convocó el miércoles 28 de abril a una huelga que superó todas las expectativas. Esta continuará hasta el 5 de mayo contra el paquete de reformas del ultraderechista Iván Duque que pretendía cargar sobre las capas bajas y medias de la sociedad un impuesto para poder pagar la deuda externa, que hoy equivale al 52% del PBI.
La potencia de las marchas en toda Colombia obligó al gobierno a retirar del Congreso el proyecto regresivo y gatilló la renuncia del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla. El expresidente Álvaro Uribe y padrino político de Duque inflamó las redes sociales pidiendo mano dura: “Apoyemos el derecho de soldados y policías de usar sus armas para defender su integridad y para defender a las personas y bienes de la acción criminal del terrorismo vandálico”, escribió.
Las luctuosas cifras de la violencia estatal brindadas por organismos de derechos humanos (30 muertos, más de 800 heridos y 89 desaparecidos) muestran hasta qué punto policías y militares se han acostumbrado a matar en Colombia.
En diálogo exclusivo con Canal Abierto, Francisco Maltés Tello, presidente de la central sindical más grande del país, la CUT, aseveró que “los asesinados ya llegan a 30”.
Desde Bogotá, el dirigente dio detalles de los acontecimientos: “El gobierno ha emprendido la más brutal represión contra el pueblo y en particular contra a juventud, han sido asesinadas 30 personas a manos del ejército y la policía, principalmente el Escuadrón Antidisturbios (Esmad) y hay centenares de detenidos. Por eso, exigimos desde el Comité Nacional del Paro que Duque desmilitarice la protesta pública, que retire a la policía de las concentraciones”.
Expresó además que “aunque Duque anunció el retiro de la reforma tributaria, lo que constituye un triunfo de la movilización, el gobierno se niega a recibirnos y pretende un nuevo pacto excluyente para que paguen impuestos los pobres sin tocar a los mega ricos, por eso el paro continua”. Y pide ser cautos porque “el gobierno habla de consenso, pero con los de siempre, con los partidos afines, excluyendo a los que estamos realizando el paro, al movimiento sindical, a los estudiantes, a la academia, a los campesinos, a los indígenas, por eso le hemos exigido que nos reciba y negocie el pliego de emergencia que le presentamos en el 2020”.
“En este plan de choque–explica –, pedimos renta básica para 10 millones de personas, un salario mínimo de 250 dólares, que se le pague el salario a los trabajadores de las pequeñas y medianas empresas para evitar que estas quiebren, pedimos matrícula cero para los jóvenes universitarios, pedimos que cese la discriminación y la violencia contra las mujeres, la comunidad LGBTI, contras lo indígenas, que cese la privatización de los activos públicos y que se fortalezca el sistema público de salud con vacunación para todos”.
En referencia a la situación socio-económica del país dijo: “Desde 2019 viene aumentando la pobreza, el desempleo, la miseria, la desigualdad y la pandemia ha contribuido a acelerar esta situación. En Colombia tenemos a 17 millones de personas que se acuestan con hambre, que es una tercera parte de la población, hay 12 millones de personas en la informalidad laboral, en el rebusque, cuatro millones de desempleados. El año pasado quebraron 500.000 empresas.
Miles de jóvenes se han retirado de la universidad porque sus padres han perdido el empleo. Frente a esta situación tan calamitosa el gobierno propuso una reforma tributaria sostenida principalmente en gravar a los ciudadanos de a pie con los famosos impuestos indirectos, que son los más regresivos. Se pretendía ponerle IVA a todos los alimentos de la canasta familiar, gravar los salarios de más de 2.400.000 pesos (700 dólares), gravar las jubilaciones de más de 4.800.000 pesos (1.400 dólares), mientras los mega ricos seguían campantes”.
El último y largo esfuerzo de negociaciones que derivó en 2016 en la firma de la paz entre las FARC-EP y el gobierno de Juan Manuel Santos está pereciendo ante el genocidio perpetrado contras líderes sociales, comunitarios, sindicales, de derechos humanos y ex guerrilleros que se acogieron a la vida civil. Más de 700 han sido asesinadas desde entonces. Amplia Maltés Tello: “Todas las protestas sociales que hoy estamos viviendo se vienen dando con mucha fuerza tras el acuerdo de paz de 2016, que permitió develar los verdaderos problemas que hay en la sociedad colombiana. Llevábamos 50 años pensando que el único problema era la guerrilla. Este gobierno ha saboteado el acuerdo de paz, le ha puesto muchos palos en la rueda, no ha cumplido con la entrega de tres millones de hectáreas a los campesinos, también hay un asesinato sistemático de excombatientes de las FARC que se encuentran en los procesos productivos, como recientemente fue denunciado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas en Colombia para los Derechos Humanos. El principal aliado de estas políticas gubernamentales es el expresidente Uribe, quien de manera permanente instiga para que se incumpla el acuerdo de paz, para que se destruyan los órganos de justicia que se crearon a este fin”.
Además de Uribe, a quien repudió por su llamado “al Ejército y a la Policía a empuñar las armas contra los manifestantes”, el líder sindical tuvo palabras para con el secretario general de la OEA, Luis Almagro: “Frente a toda esta barbarie que estamos viviendo, el señor secretario de la OEA, Almugre creo que le dicen internacionalmente, no se ha pronunciado”.
Por último, Maltés Tello dejó un mensaje de agradecimiento: “Queremos desde la CUT Colombia agradecer la solidaridad del pueblo argentino, de las compañeros y compañeros de la CTA-Autónoma, de la CUT-Brasil, del PIT-CNT de Uruguay y de la CUT-Chile, y también a todo el movimiento sindical y a la ciudadanía en el mundo que viene exigiendo al gobierno de Duque que cese la represión”.
En Buenos Aires, organizaciones y sindicatos convocan a marchar esta tarde a la Embajada de Colombia
Por Mariano Vázquez (@marianovazkez)