Redacción Canal Abierto | Con la llegada de las bajas temperaturas, en algunas provincias con nevadas incluidas, los casos de muerte o internación por intoxicación con monóxido de carbono ocupan lugar en las tapas de los medios. Se calcula que en el país se registran aproximadamente 200 muertes al año por esta causa y es la principal muerte por intoxicaciones en todo el mundo.
Cuando hay fuego, pueden generarse dióxido de carbono y monóxido de carbono. ¿Cómo es uno y cómo es otro? El dióxido de carbono es un asfixiante simple. El monóxido de carbono es conocido como el asesino silencioso en tanto intoxicación aguda.
“Si un fuego, por ejemplo el de la cocina, tiene llama amarilla está generando monóxido de carbono, y eso pasa porque la conexión entre el combustible y el comburente no está bien hecha. El comburente sería el oxígeno. Entonces, si en esa combustión de oxígeno y gas hay llama amarilla, esa conexión está mal”, explica el titular de la Coordinación Nacional de Trabajadores de la Industria (CNTI-CTA Autónoma) y director del Instituto de Salud y Seguridad de los Trabajadores, de ATE Nacional, Orestes “Beto” Galeano.
A su vez, comentó: “En muy pocas cantidades inhaladas ya empieza a producir daños. La cantidad va a determinar si es una intoxicación crónica o aguda. En el caso de la segunda, actúa sobre el sistema nervioso central, no te permite mover las extremidades ni hablar o gritar porque las cuerdas vocales quedan inmovilizadas. Con lo cual, no podés irte del lugar ni tampoco pedir auxilio. En esa situación, vos podés estar consciente de lo que te está pasando, pero no podés hacer nada”.
Pero, ¿qué pasa cuando las realidades socio económicas no te permiten el uso de aparatos más modernos y seguros, o no hay acceso a luz o red de gas natural? “La única forma de poder evitarlo es que haya ventilación en el ambiente, pero con eso se pierde calor. La alternativa es apagar el brasero cuando te vas a dormir”, recomendó el especialista.
Y al mismo tiempo advirtió: “Pero también hay que tener cuidado con la intoxicación crónica, que por ahí no se da en el invierno en una casa, pero sí en trabajadores gastronómicos, cocineros de hospital o auxiliares de educación que trabajan en cocinas sin buena ventilación y con generación de monóxido de carbono. Quizás no llega a una intoxicación aguda, pero a lo largo del tiempo aparecen los síntomas de una intoxicación crónica”.
Hace años atrás, esto se conocía como la “locura de la cocinera” -que hoy no podría llamarse de la misma manera-, porque esta intoxicación altera el estado mental en el tiempo, y en el corto plazo lo que puede dar es somnolencia, cansancio. “Como el monóxido no tiene olor ni síntomas específicos, puede estar ocurriendo una intoxicación y no darse cuenta”, refirió Galeano.
Durante el fin de semana se registraron ocho víctimas fatales en Mendoza y San Juan. Las fuentes más frecuentes que emanan este gas son las estufas, calefones, braseros a carbón o leña, salamandras, hornallas de la cocina, lámparas a gas y autos con el caño de escape obstruido por nieve o por fallas en los sistemas. También, las máquinas pequeñas a combustible como grupos electrógenos, cortadoras de césped, pulidoras de piso o lavadoras a presión.
Niños, niñas, embarazadas, ancianos y pacientes con enfermedades cardiovasculares y respiratorias, forman parte de la población más vulnerable ante este enemigo invisible, ya que el olor que posee el fluido muchas veces atrapa al grupo familiar o personas que viven solas cuando están durmiendo.
Es la principal causa de muerte por intoxicaciones en el mundo y es frecuentemente subdiagnosticada. En 2018 se reportaron 2600 casos de intoxicación en todo el país, de acuerdo a los registros de las carteras sanitarias.
Síntomas
- Dolor de cabeza
- Náuseas y vómitos
- Mareos
- Debilidad
- Cansancio
- Pérdida de conocimiento
Es importante que ante la sospecha de intoxicación, se actúe con rapidez abriendo puertas y ventanas, manteniendo los ambientes bien ventilados y retirando a las personas que se encuentren en el lugar contaminado. También es muy importante llamar a un servicio de salud o bien, llevar a la persona intoxicada al centro de salud más cercano.
Medidas de prevención
- Mantener el ambiente ventilado una vez encendidos los artefactos a gas, carbón o leña. Siempre debe haber una puerta o ventana abierta, tanto de día como de noche, y aún cuando haga frío.
- Prestar atención al color de la llama de los artefactos: debe ser azul; si es naranja o colorada, el artefacto debe ser apagado y revisado, dado que no está funcionando correctamente y está generando monóxido de carbono.
- No dormir con braseros o calentadores a leña o carbón encendidos.
- Las instalaciones a gas deben ser realizadas por gasistas matriculados.
- Una vez al año se deben controlar los artefactos a gas y verificar que la ventilación (chimeneas y tubos) no se encuentre obstruida por hojas, basura o nidos de pájaros, entre otros.
- No usar el horno ni las hornallas para calefaccionar el ambiente, ya que consumen mayor cantidad de oxígeno.
- No instalar los calefones o termotanques a gas en el baño.
- No dejar el auto con el motor encendido en el garaje sin que el ambiente esté ventilado.
- Revisar el sistema de escape del auto para verificar que no existan fisuras, además del piso y el baúl para detectar huecos por donde puedan pasar los gases.
- No encender nunca un grupo electrógeno en el interior. El artefacto en funcionamiento siempre debe estar en el exterior.
- Antes de encender los artefactos a gas en una vivienda que permaneció deshabitada por un tiempo (por ejemplo, casas de vacaciones) asegurarse de que los mismos funcionan correctamente.
- Pueden instalarse detectores de monóxido de carbono en las casas.