Redacción Canal Abierto | En el marco de las últimas sesiones del Congreso de la Nación, una de las leyes cuyo tratamiento se espera es la denominada Ley Bety Quispe, de Promotoras y Promotores Territoriales de Géneros y Diversidad por barrios libres de violencia y discriminación. El objeto del proyecto es crear la figura de la promotora de género para que actúen dentro de los centros integrales de todo el país.
El proyecto fue elaborado por la legisladora porteña Laura Velasco en conjunto con organizaciones sociales con trabajo territorial en la materia y presentado en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires el año pasado, pero sin avanzar en su tratamiento. Como forma de poder sacarlo y ampliar su alcance, a través de la diputada nacional Mónica Macha fue introducida en el Congreso Nacional, que la tiene en agenda para tratar en lo que resta del año.
De convertirse en ley, se oficializará la figura de la promotora y promotor de género cuya función será la de promover los derechos de las mujeres y personas LGBTI+, así como la participación y organización popular desde la perspectiva de género y derechos humanos. También difundir los programas para la prevención, asistencia y erradicación de todas las formas de violencia por motivos de género, promover los derechos sexuales reproductivos y no reproductivos, la igualdad de derechos, trato y oportunidades, facilitar el acceso a la justicia y fomentar acciones y proyectos para erradicar la violencia de género.
“La promotora territorial de géneros y diversidad es una figura muy presente en el territorio a través de la tarea de cuidados comunitarios del conjunto de las organizaciones populares que estamos en los barrios. Esto tiene que ver en definitiva con una asignatura pendiente en Argentina y que es reconocer a la economía social y popular y en particular, dentro de la economía social y popular, a las tareas de cuidado que se llevan adelante en los territorios”, afirmó en diálogo con Canal Abierto Laura Velasco.
Y planteó que “en el plano nacional existe un Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades que lamentablemente no tenemos en la ciudad de Buenos Aires. Así que en el plano nacional se ha empezado a implementar en términos de registro: existe un registro de promotoras de géneros y diversidad donde se inscriben las distintas organizaciones y es un reconocimiento de esta formación en la experiencia de ese trabajo comunitario por barrios libres de violencia atendiendo en cercanías situaciones de violencia de género, llevando adelante experiencias de talleres en los barrios y consejerías de género”.
“En el plano de la ciudad de Buenos Aires todavía no tenemos esto, de modo que las promotoras no tienen un carnet ni nadad que las reconozca institucionalmente como para ser enlace, por ejemplo con un centro integral de la mujer, para que haya un reconocimiento de su tarea y por supuesto tampoco está el reconocimiento y la retribución monetaria”, lamentó Velasco.
El primer intento de introducción de esta normativa lo hizo precisamente desde su lugar como legisladora porteña. Velasco, que preside la Comisión de Mujer, Infancia y Juventud, contó que “lo estuvimos trabajando durante 2 años, pero sin embargo no tuvimos la mayoría del oficialismo de la ciudad para poder avanzar en la aprobación. Si bien lo habíamos trabajado bastante y tuvimos en algún momento expectativa de que se diera acompañamiento a esta figura que nos parece esencial en los territorios, finalmente salió un dictamen de minoría”.
“El año que viene lo vamos a presentar nuevamente corregido y aumentado porque le vamos a incorporar inclusive el «cuidar a quienes nos cuidan». Esto es la necesidad de tener equipos Multidisciplinarios, sobre todo de psicólogas que puedan acompañar a las promotoras en su tarea porque la realidad es que es muy difícil y significa una carga muy importante ver estas situaciones en los territorios”, explicó la legisladora.
Esta ley es una de las que se incluyeron en el reclamo por su tratamiento durante la movilización al Congreso que las organizaciones sociales realizaron en el día de ayer.
La ley lleva el nombre de Bety Quispe en reconocimiento a la activista de la villa 1-11-14, de Bajo Flores, donde actuaba como promotora de género y en la militancia por la aprobación de la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Quispe falleció en junio de 2020 producto del coronavirus.