Redacción Canal Abierto | “Bazán se encuentra privado de su libertad, sometido al régimen de la prisión preventiva desde el 6 de agosto del año 2017, vale decir, desde hace más de cuatro (4) años y diez (10) meses, y ahora nuevamente a la espera de la realización del juicio en el año 2023 (…). El derecho fundamental que asiste a todo acusado a ser juzgado dentro de un plazo razonable, que garantiza la Constitución Nacional y los tratados a ella incorporados, prevalece frente a las reglas del derecho común”.
El texto que antecede es parte de la orden que la Sala I de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires emitió este miércoles 22 al Tribunal Oral Criminal (TOC) N°7 de Lomas de Zamora para que libere inmediatamente a Marcos Bazán, detenido en prisión preventiva por ser sospechoso del femicidio de Anahí Benítez (16).
La historia de Bazán se remonta al 4 de agosto de 2017, cuando el cuerpo sin vida de Anahí fue encontrado en la Reserva Natural Provincial Santa Catalina. Dos días más tarde, Bazán fue privado de su libertad.
Primero estuvo en el Penal de Olmos y actualmente se encuentra en la Unidad Carcelaria N°9 de La Plata. Desde allí vivió todo el juicio, que terminó en junio de 2020, cuando el mismo TOC 7 lo declaró culpable y lo sentenció a perpetua.
“El juicio fue espantoso en todo sentido, por eso Casación anuló el fallo y pidió un nuevo juicio. Pero sería el año que viene y la prisión preventiva tiene un plazo de dos años y se puede prorrogar, como mucho, por dos más. Por eso se le pide al tribunal que resuelva de manera urgente su libertad. También presentamos un habeas corpus”, explica Florencia, novia de Marcos e integrante de Inocentes en Lucha, una organización que pelea contra las causas armadas.
El juicio fallado
La investigación sobre el femicidio de Anahí y el juicio a Marcos estuvieron llenos de irregularidades.
El principal acusado del asesinato de la joven, Marcelo Villalba, fue excluido del debate oral por considerarse que no estaba en condiciones psíquicas para afrontarlo. El ADN de Villalba fue encontrado en rastros de semen en el cadáver de Anahí y su hijo tenía el teléfono de la estudiante. Como consecuencia, Villalba fue señalado como quien la secuestró luego de declarar: “No actué solo”. También dijo que no conocía a Bazán, y nunca más fue interrogado.
La investigación de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que estudió los teléfonos estableció que no había conexión entre Bazán y Villalba, ni entre Bazán y Anahí.
Para anular el fallo, Casación consideró que en un expediente de 30 cuerpos, dos años de investigación y más de diez audiencias de debate la Fiscalía no había podido probar que el acusado conocía a Anahí o a Villalba. Todos los amigos de Anahí sostuvieron que ella no conocía a Bazán, los amigos de él sostuvieron lo mismo. Junto con la sentencia a perpetua ordenaron imputarlos a todos por falso testimonio.
“En los medios se veía que todo esto era un circo, tanto en los medios como en la calle. Cuando anularon el juicio también se decidió que dejaran de investigarnos a nosotros. Por suerte las organizaciones nos siguen acompañando”, cuenta Florencia en diálogo con Canal Abierto.
A Marcos le han dado su apoyo Rita Segato, Nora Cortiñas, Marta Dillon, Liliana López Foresi, la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos, el CELS, y distintas organizaciones feministas.
La elección del “perejil”
La pregunta es ¿por qué Marcos Bazán? La única respuesta, hasta la fecha, es que fue imputado, procesado y detenido en tiempo récord por vivir a 200 metros de donde encontraron el cuerpo de Anahí.
Por otro lado, el 22 de diciembre de 2017, a cuatro meses del femicidio, la Comisaría 9° de Parque Barón, encargada del operativo de búsqueda de Anahí, fue descabezada. Damián Lozano, entonces jefe del distrito Lomas de Zamora Norte de la Policía Bonaerense, fue detenido en el marco de una investigación por narcotráfico y trata de personas que ocurrían en la zona donde vivía Anahí.
Con el caso en todos los medios y en ese marco, la Fiscalía necesitaba encontrar un culpable. Desde la defensa explicaban por entonces que, a juzgar por el lugar donde fue colocado el cuerpo de Anahí, quien lo llevó hasta allí debía “manejar un grado de impunidad importante porque ese lugar estaba todo lleno de policías que estaban rastrillando”. A los pocos meses, todos los que rastrillaron el área fueron procesados y la Comisaría desarticulada.
Desde entonces, según relata Florencia, “Marcos está tratando de sobrevivir, hace talleres de arte, está pintando, entrenando. Y estaba rebalsado de emoción cuando se enteró del fallo de Casación”. Para empujar a que se expida, su familia e Inocentes en Lucha marcharon ayer por la tarde y esta mañana ante el TOC 7 para exigir la liberación inmediata.
Foto: Martín Bonetto