Redacción Canal Abierto | La comunidad educativa de las escuelas primaria de la OEA y el Jardín de Infantes del Tranvía atraviesan horas de incertidumbre tras ponerse en conocimiento que la actividad se realiza en un terreno lindero a un depósito en el que hoy EMOBA (y previamente Metrovías) acopia coches en desuso del servicio de subte, entre los que se encuentran unidades con asbesto.
Se trata del denominado Taller Polvorín, ubicado en Emilio Mitre entre José Bonifacio y Avenida Directorio. Las instalaciones fue la estación del viejo tranvía, cedidos a la red de subte tras su desaparición. Allí la empresa deposita los vagones que deja de usar hasta que les encuentra destino. Además del que incluyen los coches, la locación tiene un techo de fibrocemento, material también sospechado de contener asbesto.
La semana pasada se notificó la posibilidad de que esto esté ocurriendo, lo que hizo que muchos padres empezaran a prestar atención y a entender algunos sucesos vividos por sus hijos.
Mariano tiene dos hijos. Uno de ellos concurre a segundo grado de la primaria y el otro al jardín de infantes en ambas instituciones afectadas. “Ellos comenzaron con recaídas, cosa que se hizo crónica, pero todo tenía que ver con el sistema respiratorio: broncoespasmos, laringitis faringitis y neumonía. En uno de los casos fue una neumonía aguda”, relató a Canal Abierto.
«Ante un examen básico riguroso, pero básico al fin, el médico no detectó absolutamente nada. Los chicos estaban bien. Entonces atribuyó los cuadros a un cambio de clima o posible alergia. Atando cabos cuando surge esta información nos asustamos porque son muchos los nenes que tienen que tienen afecciones respiratorias. Entonces tenemos mucho miedo que sea por por lo que está ocurriendo que nos enteramos ahora sí, aparentemente esto y ya hace varios años que está en el taller funcionando así pegadito a lo que es la escuela y el patio de los chicos”, señaló.
Consultado por Canal Abierto Francisco Ledesma, secretario de Salud Laboral de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro recordó que “desde 2019 venimos haciendo una presentaciones ante la Policía de Trabajo que depende de la Subsecretaría de Trabajo, en la Defensoría del Pueblo, en el juzgado donde tenemos la cautelar y el recurso amparo medioambiental por el tema específico. A raíz de que en ese taller hay flotas de trenes que ya no transportan pasajeros que tienen asbesto y están acopiadas ahí como un gran chatarral que está debajo de una infraestructura que tiene techos de fibrocemento que también es sospechoso de contener asbesto”.
Y contó que “del colegio nos pidieron si podíamos ir a hablar con el director. Fuimos la semana pasada y explicamos el número de expedientes, le hicimos un racconto de esta información, recorrimos este las instalaciones del colegio para ver cuál era la chimenea que decíamos nosotros, a qué altura de las ventanas quedan del taller y vimos que daba al patio”
El gremio también fue convocado a la reunión informativa con los padres. “Ahí pusimos a disposición a través del abogado de sindicato, el número del expediente en la del recurso de amparo por tema de medioambiental con material cancerígeno, como es el asbesto que en dos instancias nos ha fallado a favor la justicia y es abierto a toda la comunidad”, explicó.
“Hay un expediente abierto en el Ministerio de Trabajo y que también presentamos mediante denuncias a la Legislatura. No hay que olvidar que el subte es propiedad de la Ciudad de Buenos Aires y el gobierno de la ciudad lo administra a través de la empresa SBASE. Además, hicimos una presentación en la Defensoría del Pueblo porque entendemos que este cuanto más actores de la sociedad puedan tener esta información y puedan participar tendría que ayudar a que el estado de la Ciudad pueda sanear lo más pronto posible las instalaciones del subte”, agregó.
Sin respuestas por parte de la escuela ni del Gobierno de la Ciudad, los padres plantearon una reunión el sábado pasado en las puertas del taller. Pero al llegar fueron recibidos por personal de seguridad que se limitó a cerrar las puertas de las instalaciones. “El de seguridad que se acercó y nos preguntó si veníamos a la manifestación. Cuando la idea no era movilizar, sino reunirnos a conversar”, contó Mariano.
Ante el peligro de complicaciones con una situación de salud tan delicada sobre todo tratándose de niños, muchos padres definieron que sus hijos dejen de concurrir a clases. al menos hasta tener una respuesta oficial. “Los chicos al menos por una recomendación pediátrica obviamente que acá aquí entra el juego la salud los chicos al menos los míos no van más al establecimiento hasta que tengamos una respuesta clara y obviamente estemos seguros de que no hay ningún tipo de contaminación, cosa que no creo que vaya a pasar”, planteó Mariano.
Y agregó que su caso no es una excepción “muchos otros nenes no están concurriendo al establecimiento. Lo que sí estamos organizando con los padres, tras la reunión fallida del sábado es empezar a movilizarnos. Obviamente si hay que salir a cortar calles y hacer lo que tengamos que hacer para que esto y llegue a donde tenga que llegar, lo vamos a hacer”, señaló.