Por Leo Vázquez | La relación que Bernard Fowler ha sabido consolidar con el público argentino excede y trasciende al amor desmesurado que por estas tierras se profesa desde hace décadas por los Rolling Stones, la banda de la cual forma parte desde 1988. Los vínculos entre el artista y este país se extienden hacia la escena rockera local y el plano profesional, ya que su banda la componen músicos nacionales de destacada trayectoria. Pero tal vez el nexo más llamativo entre el cantante y la Argentina se da a partir de su curiosidad por los orígenes del tango, devenida en una investigación para la realización de un futuro documental y un inminente próximo disco.
Nacido en 1960 en Nueva York, Fowler se incorporó a las filas de Keith Richards y Mick Jagger como vocalista en 1988. Su imponente presencia en los escenarios y su potente registro de tono nasal lo consolidaron como protagonista de los shows alrededor de todo el mundo y los registros discográficos de los últimos 35 años del grupo. Además ha grabado como invitado de artistas de reconocimiento universal como Herbie Hancock, Yoko Ono, Public Image Ltd. (la banda del ex Sex Pistols John Lydon), Duran Duran, Living Colour y Alice Cooper entre otros y, claro, en las producciones solistas de todos los stones.
Vino al país por primera vez en 1995, con la aquella recordada visita inaugural de “Sus Majestades Satánicas” para las presentaciones en River, y desde entonces cosecha una férrea complicidad con “el Zorrito” Fabián Von Quintiero, bajista y tecladista inevitable del rock nacional, y el guitarrista y productor Pilo Gómez –su mano derecha para las aventuras latinoamericanas–, también argentino pero radicado en Estados Unidos desde hace 20 años.
Ahora está de nuevo en Buenos Aires, por segunda vez en lo que va del año, para presentarse en Vorterix el próximo lunes 12 de septiembre, con sold out total, y para continuar con la realización de su documental sobre las raíces africanas en el tango. En paralelo avanza con su próximo álbum de versiones del género porteño por excelencia, que sería el cuarto de su trayectoria en solitario luego de Friends With Privileges de 2006, The Bura de 2015 e Inside out de 2019.
Con todo eso por delante y por detrás, el inesperado historiador que busca rescatar del olvido la presencia de la negritud en la argentina y la importancia de los afroargentinos en la cultura regional, recibe a Canal Abierto en el Roxy Bar junto a Pilo Gómez, que además de participar de la charla facilitó la traducción de su socio y amigo.
¿Qué se puede adelantar de la presentación del lunes?
–Bailarinas de ballet y un payaso.
¿Y qué expectativas tienen ustedes para el show?
-No no, no tenemos expectativas, vamos a tocar buen rocanrol, es muy simple.
El disco Inside out, más que cantado es como charlado, a lo “Polaco” Goyeneche, ¿porqué?
-Es exactamente eso lo que es, y lo que quiso ser. Quizás ese reconocimiento de la voz narrada más que cantada, la idea me la dio el disco de tango, caminando por las calles de Montevideo, cuando grabamos con el Lobo Núñez y Rubén Rada (NdA: en enero de 2020).
Estuvieron en la costa estos días, ¿qué podemos saber del viaje y el documental?
Pilo Gómez: Sí, en San Clemente y en San Bernardo, fuimos a ver al nieto de Gabino Ezeiza, que fue claramente el creador del tango porque unió la payada con el ritmo de milonga, nunca lo había hecho nadie, así que, como estamos yendo de muy abajo con el tema de las raíces del tango, era muy importante verlo.
¿En qué instancia está el documental?
-Falta bastante todavía para terminar pero nos estamos tomando el tiempo como para hacer un trabajo más profundo sobre el redescubrimiento de las raíces argentinas en el tango.
¿Y uruguayas?
-Nosotros estamos tratando de averiguar sobre todo las raíces en Argentina, lo de Uruguay está más visibilizado porque tiene un gran porcentaje de población afrouruguaya, en cambio acá en Argentina uno tiene que meterse en suburbios y en lugares que no están visibilizados, vos vas por la calle y no se ve mucha gente afroargentina.
Pero por más que se vea está medio escondida la cuestión en Uruguay, y acá en Argentina también, no se habla de los negros…
Bernard Fowler: Es una pena, realmente. Lo que estamos tratando de hacer es que la gente sepa que en la historia argentina hay mucha influencia afro, sobre todo muchos héroes afroargentinos que están invisibilizados.
Pilo Gómez: Podemos dar el ejemplo de María Remedios del Valle, que es la madre de la patria nombrada por Belgrano y no está en ningún manual de primaria ni de secundaria. Hasta el sargento Cabral, que era negro y las imágenes que hay son de alguien blanco.
Bernard Fowler: Pero sin llegar al caso de María Remedios del Valle, hay que hablar de miles de personas que hoy en día están invisibilizadas.
Pilo Gómez: Se puede mencionar a la familia Lamadrid que vive en Ciudad Evita, son lugares cerrados, súper humildes, viven en comunidad y la gente no los ve porque están en lugares que son complicados y pobres.
Te interesa poner en valor la negritud en Argentina, mostrar lo que hicieron…
-Nosotros estamos más enfocados en la visibilizarían de las raíces negras en el tango, pero eso roza directamente con la invisibilización de los afroargentinos en general, hay gente que viene del exterior y piensa que no existen los afroargentinos, y existen, lo que pasa es que están por el interior, aquí en Buenos Aires, en el oeste.
Pilo Gómez: Estuvimos en Ciudad Evita, en Villegas, que es una villa en la que está la familia Lamadrid que son como 300, o más, y están ahí con la cuestión de los tambores, la costumbre del canto, eso no se pierde, se fue pasando de generación en generación.
¿El tango de exportación no tiene nada que ver con aquel tango?
-Es una buena oportunidad para que la gente que vino siempre a Argentina o que vio shows en otras partes del mundo aprenda que en realidad las raíces del tango salieron de áfrica. Siempre al tango se lo relacionó con lo europeo, con Gardel, hay otras músicas con las que no pasa lo mismo, del candombe se sabe que las raíces son africanas.
Inside out tiene mucho de raíces negras también
-¡Absolutamente! Es una cadena que viene de los descendientes de los esclavos, que tiene que ver tanto con los Rolling Stones como con el tango, el candombe, está todo encadenado. Es un momento especial en el cual la gente tiene que entender cuánto todos tenemos en común, en todo el mundo, aunque algunos no lo quieran aceptar.
Si bien el amor por los Rolling Stone en Argentina es gigantesco, Bernard tiene su propia relación con el público de Buenos Aires. ¿Ese vínculo y la curiosidad por el origen del tango se dieron en paralelo?
-Pilo me invitó a venir aquí la primera vez, y yo recuerdo caminar por la ciudad y pensar ‘no veo mucha gente marrón, no entiendo, si Brasil está ahí nomás, y Uruguay’, entonces una vez cuando me fui de Buenos Aires, me puse con la computadora y empecé a leer, y lo llamé a él y le pregunté, mucho tiempo antes de arrancar con el proyecto de tango, ‘¿vos sabías que hay una sociedad afroargentina en Argentina?’.
Eso quedó ahí, pero cuando empezamos a hablar del proyecto de tango volvió con más fuerza. Estamos tomando el tango pero también estamos tomando lecciones de historia acerca de por qué no veo gente marrón por acá, cuando Brasil está ahí nomás.
La gente en Argentina tiene una historia hermosamente colorida, una historia arcoíris, pero creo que la gente podría decir ¿Por qué quitaron ese color de mi arcoíris? ¡Falta un color en mi arcoíris!
¿Conoces a las Madres de Plaza de Mayo?
-Sí, aprendí de ellas desde la primera vez que viene, se siguen juntando cada semana, y afortunadamente toda la gente que conozco sabe de ese tema. Espero que finalmente alguna vez todas las madres tengan las respuestas que se merecen, así pueden sacarse esa incógnita que tienen encima, necesitan descansar de eso…
La entrevista se realizó en conjunto con Silvio Soler, conductor y productor del programa TDK que se emite por AM 530 Somos Radio, en el Roxy del barrio porteño de Colegiales.