Redacción Canal Abierto | En el marco de una investigación judicial por la detección de un megacargamento de cocaína de cerca de una tonelada y media, la Justicia allanó la Terminal Puerto Rosario, propiedad de las empresas Vicentin y Ultramar.
“Lo que venimos diciendo desde hace veinte años es que en los 38 puertos privados que se encuentran en el Paraná hay subfacturación, sobrefacturación, armas, hay cualquier cosa. Hasta denuncias hasta de trata de personas”, detalló el periodista y diputado provincial de Santa Fe, Carlos del Frade, en diálogo con Canal Abierto.
En junio, salieron de ese puerto —controlado por la cerealera investigada por estafa y su socia chilena— dos buques con cargamentos de maní. Pero en uno de ellos en el puerto de Santos, Brasil, se detectó que en los bolsos que contenían ese fruto seco se encontraban, camuflados, 568 kilos de cocaína. Unos días después y en el puerto de Rotterdam, Países Bajos (destino final de ambos buques) se secuestraron 866 kilos de cocaína en el otro barco, escondidos de igual manera.
El origen de todo
Gracias a la investigación que comanda el fiscal federal Claudio Kishimoto, y la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), que dirige el fiscal Diego Iglesias, se estableció que la droga se habría cargado dentro de los contenedores después de que pasaron por la inspección del personal de la Aduana. Como consecuencia, ya hay cuatro detenidos: tres camioneros y un supervisor de la Terminal Puerto Rosario.
“En Reconquista, también aparecieron otros casos vinculando a Vicentin con el narcotráfico y la trata de personas en la zona del puerto, pero siempre terminaron desvinculados —señaló Del Frade—. Ahora, lo primero que debería hacer el gobierno de la provincia es sacarle la concesión del puerto. Tendrían que intervenir Prefectura, Aduana, AFIP, el ente de control de la provincia y del municipio donde está instalado el puerto. La excusa de la jurisdicción sirve para no hacer nada”.
En efecto, el 26 de agosto también se secuestraron en la Terminal Puerto Rosario 1.658 kilos de cocaína, fraccionados en panes de un kilo y camuflados en bolsones de alimento balanceado a base de maíz. El cargamento, valuado en US$ 60 millones, tenía como primer destino España y —según se presume— a Dubái como destino final.
Del Frade, especialista en delitos relacionados con el narcotráfico, establece en 1978, bajo el gobierno de Jorge Rafael Videla, el comienzo de este contrabando en la Argentina. “Desde hace 44 años que la ruta de exportación e importación de cocaína tiene en los puertos de los departamentos Rosario y San Lorenzo dos puntos claves. Los recientes descubrimientos de cargamentos de más de 3 toneladas de cocaína se inscriben en la lógica de este negocio paraestatal y multinacional”, sostiene. Y asegura que nuestro país está tercero como exportador de cocaína de América al mundo según las Naciones Unidas.
“El Estado debería controlar esto. Si no lo hace es porque está en complicidad con las multinacionales que hacen lo que quieren y con todos los sectores que tienen concesionados muelles en diferentes lugares”, aseguró el legislador.
Foto: Sofía Alberti