Redacción Canal Abierto | Este mediodía, con una exposición a cargo de Sergio Massa, se presentó en sociedad el programa Precios Justos que durará cuatro meses, abarcará más de 1.700 productos elaborados por 102 empresas y apunta a combatir la inflación con acuerdos de precios.
“El objetivo de este programa es darles tranquilidad, cuando vayan al supermercado sepan lo que valen las cosas”, aseguró del ministro de Economía desde el Centro Cultural Kirchner acompañado por el secretario de Comercio, Matías Tombolini, frente a la presencia de representantes sindicales, cadenas comercializadoras y productoras de alimentos. Para la semana que viene, el Gobierno aspira a poder ampliar la cobertura a unos 2.000 artículos.
Las opiniones sobre el plan no tardaron en llegar. “La experiencia del Frente de Todos sólo puede pensar en una estabilización de los precios en el marco de la puesta en marcha de un proceso de redistribución de ingresos”, sostuvo Claudio Lozano, presidente de Unidad Popular (UP) en el Frente de Todos y ex director del Banco Nación, en sus redes sociales.
Para Lozano, el nuevo programa se trata de “una estrategia compensatoria, con escaso impacto esperable sobre el índice general de inflación y supone otra vez seguir postergando la aplicación de un Programa Popular Antiinflacionario que aborde de manera integral este problema, que es el principal que tiene hoy la economía argentina”.
Los puntos débiles
El planteo del economista radica en que distintas aristas de la cadena de valor no serán controladas, en que el Frente de Todos encaró una estrategia similar durante la gestión de Roberto Feletti al frente de la Secretaría de Comercio con resultados “limitados y transitorios”, y en que el control de los consumidores se vuelve impotente frente “trampas empresariales” como el desabastecimiento, la modificación de las cantidades de los envases o la sustitución de productos.
“El @FrenteDeTodos no ha existido como tal. Nunca ha habido una mesa política, por eso no se ha conformado como fuerza política y sus debates han sido públicos", sentenció @Lozano_Claudio, presidente de @UnidadPopularOK en Canal Abierto Radio
Leé la nota: https://t.co/g16GYhGDFq pic.twitter.com/k91riGZTJP
— Canal Abierto (@canalabiertoar) November 14, 2022
“La necesidad de Mesas por cadena de producción con participación de todos los actores (trabajadores, empresarios de todos los tamaños, organizaciones de consumidores y el Estado), resulta indispensable para un ejercicio razonable de administración del sistema de precios”, sostuvo en un análisis que anticipa que, pese a eso, el programa puede funcionar por un par de meses por “el colchón acumulado por las principales firmas en todo este tiempo de remarcación salvaje”.
El Plan Popular Antiinflacionario
Su propuesta, a diferencia de la impulsada por el Gobierno, consiste en instrumentar un congelamiento de precios “sobre la base de impulsar en el inicio un conjunto de medidas redistributivas que mejoren la situación de ingreso de la población trabajadora”.
Para ejemplificar, el economista se remitió al Plan Gelbard, obra del último ministro de Economía de Juan Domingo Perón, en el que el congelamiento de precios “se articuló con un incremento salarial en base a una suma fija tendiente a impactar en mayor medida sobre los salarios más postergados, un incremento del 40% en las asignaciones familiares, y otro de 28% en las jubilaciones”.
Incluso, recordó, sobre un paquete de productos relevantes en la canasta familiar y que afectaban el poder de compra de los asalariados —como alimentos, productos farmacéuticos, artículos de indumentaria y calzado— se implementó una reducción de precios.
“Seguramente se podrá decir que este Plan era la expresión de otra Argentina. Es posible. Pero tan otra como la del Austral, el Primavera o el comienzo de la Convertibilidad”, ironizó, en referencia a las comparaciones con esos modelos que se vinieron sucediendo en los medios en los últimos tiempos.
Finalmente, concluyó que cualquier otra alternativa a la de acuerdo de precios con redistribución “corre el riesgo de buscar apoyos que desnaturalizarían aún más la experiencia del Frente, y que seguramente exigirían a cambio del congelamiento de los precios no sólo el mantenimiento de la subordinación al FMI y al endeudamiento, sino también una apertura aún mayor al capital extranjero de nuestros recursos naturales”.
La mesa del Frente de Todos que no existe
En declaraciones a Canal Abierto Radio, Lozano detalló que “no hay motivos para tener mayores esperanzas a no ser que aparezcan definiciones de otra naturaleza”.
“La creación de canastas ha demostrado ya que en todo caso puede servir como una estrategia compensatoria porque brinda una posibilidad para que se pueda mejorar el consumo de algunos productos pero en general hasta acá no han tenido incidencia cierta en el índice general de los precios”, agregó.
Luego, y en relación al escenario político, aseguró: “Vamos a una recesión. La economía se está desacelerando y la inflación sigue deteriorando las condiciones de vida de las grandes mayorías. Es un escenario complicado que merece una corrección urgente no sólo por la implicancia en el bolsillo de la gente sino para no allanarle el camino a la oposición de cara a las elecciones 2023. Es imprescindible para este Gobierno una estrategia integral de precios si es que pretende recuperar alguna capacidad electoral porque es la única manera en que vamos a poder incidir con seriedad sobre el poder adquisitivo de la mayor parte de la población”.
“El Frente de Todos no ha existido como tal. Nunca ha habido una mesa política del Frente de Todos, por eso no se ha conformado como fuerza política y sus debates han sido públicos. No ha habido ámbitos donde discutir las cuestiones, ha habido una mesa de tres patas irregular y conflictiva: Alberto Fernández, Sergio Massa y Cristina Fernández de Kirchner -sentenció-. La mesa política debería integrar tanto a los partidos que conforman el Frente como a las referencias de las organizaciones populares, de las pymes, de derechos humanos y de la cultura”.