Redacción Canal Abierto | Una encuesta realizada por la Asociación de Empresarios y Empresarias para el Desarrollo Nacional (ENAC) entre sus miembros refleja el estado del sector pyme durante el tercer trimestre, signado por los cambios en el Ministerio de Economía y las carteras vinculadas a la producción y el intento de magnicidio contra la vicepresidenta. La misma fue respondida por más de 600 empresarios de 21 provincias.
Ventas, rentabilidad, incorporación de trabajadores, endeudamiento, dólar, devaluación, inflación, expectativa económica del país y restricciones a las importaciones son los tópicos acerca de lo cuales respondieron los empresarios consultados.
En el primer capítulo, El trimestre del caos, hace un repaso de los hechos políticos que marcaron el período: la renuncia de Martín Guzmán como ministro de Economía, el breve paso de Silvina Batakis por el cargo y el arribo de Sergio Massa; la eliminación de los ministerios de Desarrollo Productivo y Agroindustria y el intento de magnicidio contra Cristina Fernandez de Kirchner. En ese contexto, un 54,5% de los empresarios sostuvo que la situación económica nacional se mantendrá igual o mejorará.
El segundo capítulo se titula La devaluación de una, que no fue. En él se abordan las expectativas de inflación y devaluación en el sector, comparadas con las expectativas que se manejaron desde las consultoras privadas y el BCRA.
En el primer ítem, 7 de cada 10 empresarios pyme consideró que al finalizar este año la inflación superará el 80%. Dentro de ese universo, un 33.22% cree que será entre el 90 y el 100% y un 19.49, que se remontará por encima de los tres dígitos.
En cuanto a la devaluación, el informe destaca que “con una inflación proyectada que escaló en el 3°Trimestre hasta el 81,6% (+10,25% respecto del 2°T) la devaluación de la moneda pareció inminente. Esta situación era consistente con la falta de medidas macroeconómicas por parte del Gobierno Nacional lo que provocó que buena parte del trimestre no haya precios de referencia y actitudes especulativas de manera cotidiana en toda la economía real”.
Y, en este sentido, valora que “si bien en el sector empresarial 9 de cada 10 empresarios considera que habrá una devaluación significativa en 2022, 6 de cada 10 considera que se realizará la misma por goteo, es decir, no abruptamente, o de una como lo indica el manual de Harvard, algo que hubiera arrojado por la borda todo el desempeño pyme del año y castigado dramáticamente a los trabajadores y a los sectores menos pudientes. En este sentido el 81% de los empresarios considera que el dólar no superará los $200 y ubican un valor promedio estimado del USD en $181,25”.
El informe continúa con el capítulo Desempeño PYME POSITIVO pese a TODOS es quizá el más optimista. Además de los datos positivos que arroja, estos son tomados de la realidad vivida por los protagonistas del sector: el 83% de las empresas tiene ventas razonables, un 2% más que las que dieron esa respuesta en el segundo trimestre.
En materia de empleo, el 44,4% de las pymes incorporaron personal en el tercer trimestre, lo que implica un incremento del 0,8% respecto del período anterior. Por otra parte el 47,5% de las pymes tuvo rentabilidad positiva entre julio y septiembre del 2022, un 3,1% superior a las del segundo trimestre.
A la hora de referirse a la situación de endeudamiento, en el informe consta que “un 55,25% (+0,3% respecto del 2°T) de las empresas pymes manifiesta que está desendeudada, lo que es un indicador de salud del sector teniendo en cuenta la incertidumbre que atraviesa a la economía nacional. Complementariamente un 15,25% de las pymes se ha endeudado para inversión”.
El trabajo concluye con el capítulo Las importaciones, un RUIDO que es necesario MITIGAR y alerta que “la escasez de divisas que quedó después del fallido sistema de administración de las importaciones SIMI provocaron que, sumado a la intervención cotidiana y muy conflictiva del BCRA Y los bancos en la dinámica del comercio exterior, además de la insólita influencia del Poder Judicial vía amparos cuestionables, que se restrinja sustancialmente las aprobaciones de nuevas importaciones o pagos a proveedores internacionales. En este sentido el 73,3 % de los industriales se ven afectados por las restricciones en las importaciones. El 62,4% de los comercios, el 43,4% de las pymes de servicios y el 52,7% de la construcción”.
Y especifica que un 34% de los empresarios tiene insumos dolarizados a un dólar no oficial, que en el caso de la industria llega a un 45,45% de las empresas que tiene insumos dolarizados al valor del blue o CCL. De estas situaciones devienen fluctuaciones recurrentes según el esquema especulativo del sector financiero, lo que incorpora “ruido” en la economía real de bienes y servicios que al amplificarse desarmoniza las cadenas de valor productivas.
El trabajo concluye contando que esta situación “que impulsó a un nuevo esquema de administración de las importaciones (SIRA / SIRASE) para retomar una administración de los bienes que entran al país y de las divisas que se utilizan a tal fin”.