Redacción Canal Abierto | Las conversaciones del grupo de Telegram Operación de Página 12 integrado por los jueces Julián Ercolini, Carlos Mahiques, Pablo Yadarola y Pablo Cayssials; el ministro de Seguridad de CABA, Marcelo D’Alessandro; el exjefe de Legales de la SIDE y dueño de una consultora de medios Tomás Reinke; el ex agente de la AFI Leo Bergot con los funcionarios de Clarín Jorge Rendo y Pablo Casey en la mansión en Lago Escondido del magnate inglés Joe Lewis volvió a poner sobre en superficie la discusión en torno al funcionamiento y la independencia del Poder Judicial.
Canal Abierto dialogó con Matías Fachal, Secretario General de la Federación Judicial Argentina que nuclea a los trabajadores del Poder Juciaial. “Es muy difícil decir que uno se sorprende con estas cosas cuando sabe cómo funciona el Poder Judicial. El entramado de complicidad, que siempre hay, y no sólo con el poder político, sino principalmente con el poder económico y con los personeros del establishment, es una más allá de que después estos tipos de encuentros siempre se intenten camuflar, esconder bajo cuestiones lúdicas como los partidos de paddle o de fútbol o encuentros sociales. Lo cierto es que uno con hacer mínimamente un seguimiento sobre cómo suelen fallar los jueces y juezas del Poder Judicial respecto a ciertas causas sensibles para el poder me parece que no es difícil saber que hay una clara conexión”, afirmó Fachal.
Y agregó que “en definitiva esto es la comprobación de lo que uno percibe, de lo que se comenta, de lo que ve y que acá quedó expresado en estas capturas de chat y en estos audios que se dieron a conocer. Allí se ve justamente cómo se ponen de acuerdo para tapar la denuncia, la acusación o también incluso con cuestiones un poco más graves, como algunas amenazas más solapadas y otras más explícitas sobre qué hacer con tal o cual periodista o funcionario, como armar tal o cual causa, operar sobre tal o cual sector o medio o ir a buscar en patrullero a otro funcionario. Creo que lejos de sorprendernos, es la comprobación de esto que de alguna manera uno sabe que siempre ha sucedido a lo largo de la historia de nuestro país”.
Un día después de conocidas las conversaciones entre los magistrados, funcionarios y empresarios el presidente convocó por cadena nacional a los estamentos correspondientes a tomar las medidas para investigar y castigar a los involucrados. También instó al Congreso Nacional a avanzar en las propuestas de reforma del Poder Judicial enviadas por el Ejecutivo.
Al respecto, Fachal afirmó que “nosotros hablamos de democratización del Poder Judicial. Porque una reforma puede sonar a un mero retoque y maquillaje o hacer unos pequeños cambios pero no lograr que efectivamente haya una transformación de cambio. Al Poder Judicial hay que cambiarlo, transformarlo. No alcanza con un autodepuración como se había intentado en algún momento o con algunas meras reformas como intentó el Ejecutivo al comienzo de su mandato y no puderon prosperar”.
Y recordó “en todo el proceso que se llevó adelante del 2001 al 2003, al calor del Argentinazo y el que se vayan todos, también hubo un reclamo popular respecto a renovar esa Corte Suprema de Justicia de la Nación emparentada con el menemismo y los jueces de la mayoría automática. Estuvo toda esa movilización popular de la que nuestro pueblo fue parte, pero también fuimos parte los trabajadores del Poder Judicial, los organismos de derechos humanos como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, también las organizaciones más afines de abogados y abogadas como fueron este los laboralistas o la Asociación Americana de Juristas, con el acompañamiento también de la CTA”.
“Ahí logramos instalar en la agenda pública la necesidad de ese recambio. Más allá de que nuestro planteo de fondo era y sigue siendo el de la democratización del poder judicial, logramos que hubiera una remoción de esa corte, en algunos casos primero con renuncias y en otros porque desde después de un par de traspiés con juicios políticos que no prosperaron, el Poder Ejecutivo en ese momento en manos de Néstor Kirchner promovió y bancó ese pedido de juicio político y terminó renunciando esa mayoría automática”, agregó.
Sin embargo, lamentó: “No obstante, hacé la cuenta de cuántos años pasaron y sin embargo, esa mayoría automática del menemismo podríamos decir que de alguna manera se reconfiguró con esos jueces que Macri primero intentó poner por decreto, como Rosenkrantz y Rosatti pero también con el no cubrir la vacante de Highton de Nolasco, sigue funcionando de la manera en que funciona esta porque Suprema donde repuso una ley derogada, se autoproclamaron presidentes del Consejo de la Magistratura o interfieren en las decisiones políticas del Congreso en cuanto a los representantes de ese órgano en el Consejo de la Magistratura”.
“Con ese ejemplo queda más que claro que no es una cuestión de cambiar sólo algunos nombres y ni siquiera tampoco de ampliar la Corte. Aunque sean necesarios cambios, aunque sea necesario que estos jueces renuncien y sea necesario ampliar la corte y no queda solamente en eso. Hay que pelear por una verdadera democratización del poder judicial, una transformación profunda. Que sea un Poder Judicial que se parezca a su pueblo y que no esté solamente para garantizar los designios de los poderes fácticos”, señaló.
Fachal agregó que no se trata de propuestas imposibles y que de hecho hay ejemplos que pueden tomarse en provincias de nuestro país: “en Entre Ríos, en Santa Cruz, en Chubut los consejos de la Magistratura tienen participación popular. Es decir, los consejeros son representantes directos de la sociedad que se van eligiendo en distintos estamentos: hay representantes de los trabajadores y trabajadoras judiciales de los no judiciales de los organismos de derechos humanos, de las asociaciones de jubilados o vecinales participando en los procesos de selección y designación de magistrados en estas provincias”.
“En la provincia de Chubut también hay todo un sistema de reválida periódica de los cargos de los magistrados. Porque si no pareciera que acá porque una vez rindieron un concurso bien, ya se quedan 40 ó 50 años en el mismo cargo sin rendirle cuentas absolutamente a nadie. Ahí cada cuatro años tienen que revalidar esos títulos”, ejemplificó.
Y palnteó que “otra de las cuestiones es el ingreso democrático el Poder Judicial que funciona por ejemplo en el Ministerio Público de la Defensa del Poder Judicial de la Nación donde el ingreso no es a dedo. No entran los hijos e hijas del poder. Esto que muchas veces se dice la familia judicial, en realidad es una cuestión endogánica porque buena parte de los magistrados y funcionarios son familiares. Entonces en realidad algo que intentan mostrar con una connotación positiva en realidad es sumamente negativa”.
“Lo que necesitamos es que los distintos componentes de nuestra sociedad integren al Poder Judicial si no lo dejamos, lo seguimos dejando en manos de los sectores vinculados al poder, a la jerarquía eclesiástica, a los servicios de inteligencia, a los grandes estudios jurídicos y al loteo que hacen los partidos políticos muchas veces para pagar favores”, advirtió.
“El poder judicial es el lugar donde menos justicia se puede encontrar”
Entrevistado en Canal Abierto Radio, Fachal se refirió a la condena a 6 de prisión e inhabilitación perpetua para el ejercicio de cargos públicos que recibió la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner: “Acá no hay un acto jurídico porque esta causa está enviciada desde el inicio porque en realidad se juzgó algo que ya había sido juzgado y no sólo no pudieron probar nada a pesar de las toneladas que decían tener, sino que la figura con la que quisieron arrastrar todo esto que era la de la asociación ilícita tampoco la pudieron sostener”, remarcó.
Asimismo, destacó que “la sentencia ya estaba escrita, como los medios nos lo hicieron saber a lo largo del juicio”, al tiempo que aseguró que “el poder judicial es el lugar donde menos justicia se puede encontrar”, dando cuenta de que históricamente “su rol fue el de criminalizar la protesta, la pobreza, la juventud y perseguiendo política y judicialmente a dirigentes para disciplinar como pueblo, dirigentes políticos, sociales y sindicales”.
“Se han ensañado con una líder política que es Vicepresidenta de la Nación y referente de todo un espacio político por ser disonante con lo que quiere el establishment”, manifestó remarcando que son muchos los y las dirigentes que son procesados en juicios políticos.