Redacción Canal Abierto | Como cada 1 de marzo, este miércoles a partir de las 11 el Presidente dará su discurso de apertura de sesiones del Congreso con un balance de gestión y los lineamientos generales del Gobierno para 2023.
Las tensiones que hoy atraviesan la coalición oficialista, la crisis económica, distintos proyectos legislativos que durante el verano crisparon las diferencias con la oposición y las próximas elecciones aportarán un cariz particular a la inauguración de la 141° Asamblea Legislativa, la última del primer mandato de Alberto Fernández.
La interna del FdT
En su rol institucional de titular del Senado, Cristina Fernández de Kirchner será la anfitriona del evento y protagonista de varias de sus instancias protocolares, como la apertura y cierre formal de la actividad, el recibimiento del mandatario en las escalinatas del edificio y la firma –junto al Jefe de Estado- del ejemplar de la Constitución Nacional de 1953. Durante la alocución estará sentada a la izquierda del jefe del Ejecutivo, que a su derecha tendrá a la presidenta de la Cámara de Diputados Cecilia Moreau.
Será la primera vez que Alberto Fernández y la Vicepresidenta se vean las caras después de mucho tiempo luego de varias idas y vueltas, reproches y acusaciones cruzadas entre ambos, o por intermedio de sus voceros y representantes.
El año pasado se viralizó un video con Cristina dándole indicaciones en distintos momentos de la pasada apertura de sesiones. Todas las cámaras y miradas volverán a estar puestas en los gestos y palabras cruzadas de los dos referentes del Frente de Todos. Habrá que ver si el discurso menciona la denuncia de proscripción que enarbola el kirchnerismo luego de la condena en primera instancia de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos políticos que pesa sobre CFK.
Otro que captará la atención de los periodistas es Wado de Pedro, ministro del Interior y alfil de Cristina en el gabinete. Semanas atrás protagonizó un fuerte cruce con Alberto Fernández luego de que el mandatario lo dejara afuera de una reunión organizada con organismos de derechos humanos y el presidente de Brasil, Inácio «Lula» da Silva. En off the record, el militante de La Cámpora acusó al Presidente de “no tener códigos” por excluirlo del encuentro. Según trascendió, a los pocos días compartieron un desayuno en la Quinta de Olivos para intentar bajar las tensiones.
No obstante, el vínculo entre Fernández y De Pedro viene fuertemente tocado desde 2021, cuando De Pedro presentó su renuncia -y desató la de buena parte de los ministro- post elecciones legislativas. A esto se suman las versiones que hablan de una posible candidatura del ministro.
Una atención similar se llevará Sergio Massa, ministro de Economía y para muchos potencial aspirante oficialista -junto a Claudio Lozano, Juan Grabois y Daniel Scioli, hasta el momento- a la sucesión presidencial.
Cortesanos y gobernadores presidenciables
Quizás la incógnita que más ruido genera por estas horas gira en torno a la presencia o no de los jueces de la Corte Suprema, invitados formalmente recibieron convocatoria formal vía ceremonial del Congreso. Las dudas se explican por la tensión que generó el juicio político contra ellos impulsado por legisladores oficialistas, sumado a los fuertes cuestionamientos que pesan sobre el Poder Judicial por sus vínculos con el macrismo y grupos empresarios como Clarín.
Otro foco de atención, aunque con múltiples protagonistas, será la asistencia, permanencia y actitud que adoptarán los legisladores de la oposición ante un discurso que -sin lugar a dudas- incluirá críticas a su labor parlamentaria, además de reproches a la herencia macrista. Misma incógnita gira en torno a Horacio Rodríguez Larreta, recientemente lanzado a la carrera presidencial por Juntos por el Cambio. El jefe de Gobierno hablará ante la Legislatura porteña alrededor de las 8.30, por lo que se estima podría dar el presente a las 11 en el Congreso.
Por su parte, Axel Kicillof encabezará a las 18 el acto para dar inicio al 151 periodo de sesiones en la sede de la Cámara de Diputados bonaerense de la avenida 53, en la ciudad La Plata. Todavía no está claro si el gobernador buscará la reelección o se sumará a los presidenciables, pero de lo que no hay dudas es que en cualquier caso lo hará dentro de un armado referenciado en la Vicepresidenta.
La calle
Capítulo aparte merece la pregunta sobre cuál será el escenario callejero en el que el Presidente dé su último discurso de apertura de sesiones. A diferencia de lo sucedido un año atrás, los movimientos sociales afines al oficialismo anticiparon que no van a movilizar el miércoles para -dejaron trascender- «no convalidar» un proyecto reeleccionista del mandatario. El faltazo es un nuevo signo de la tensión creciente entre Gobierno y organizaciones, un desgaste profundizado con la gestión de Victoria Tolosa Paz al frente del Ministerio de Desarrollo Social.
Nada para ganar, todo para perder
Todo parece anticipar una escena compleja para un Alberto Fernández cuestionado por propios y ajenos, bajos índices de popularidad, varios contrincantes electorales presentes en el recinto y una crisis económica que golpea a las grandes mayorías.
En cada apertura de sesiones, es el Presidente quien tiene el micrófono y monopolio de la palabra. También es un hecho que un bullicio constante del bando opositor y tímidos aplausos oficialistas no harían más que restarle chances de cara a una ya improbable reelección, pretensión de la cual es prisionero si quiere terminar el mandato con cierta estabilidad.
Lo cierto es que Alberto Fernández no tendrá una jornada sencilla y, por sus antecedentes, quizás sólo dos grandes escenarios le permitan salir airoso este 1 de marzo: el anuncio de algún proyecto de peso que le devuelva, al menos por un tiempo, el protagonismo al interior del Frente de Todos; o bien, ensayar un discurso anodino, tibio e insustancial que no despierte fuertes críticas ni pasiones por demás, una suerte despedida a tono con su gestión de gobierno.