Redacción Canal Abierto | Las posturas del ex General del Ejército Martín Balza sobre las torturas sufridas por los ex combatientes de Malvinas por parte de sus superiores en el marco de la guerra vertidas en una columna de opinión publicada en el diario La Nación generaron repudios.
En el artículo Malvinizar o desmalvinizar, ¿será esa la cuestión?, Balza recuerda declaraciones que realizó Eduardo Luis Duhalde en 2007, cuando se desempeñaba como Secretario de Derechos Humanos de la Nación, en las que definió a las torturas a ex combatientes como hechos que “no pueden verse separados o inexistentes con relación a todas las políticas de terrorismo de Estado llevadas a cabo en el territorio de la República”.
Al respecto, Duhalde afirmaba que “se abre un aspecto del terrorismo de Estado no analizado aún en el país, que es el comportamiento de los oficiales de las FF.AA. en Malvinas con relación a los soldados. Comprometen a hombres de las tres FF.AA. y que involucran a la totalidad de regimientos y cuerpos operativos desplegados en las islas”.
Ahora, Balza sentencia que “se trata de una afirmación falsa, agraviante, injusta, aventurada y carente de prudencia por parte de un funcionario que debía pregonar el respeto por los derechos humanos, y afectaba impunemente al total de los oficiales (y no incluyo a generales). En extrema síntesis, todos éramos sospechosos de aplicar sevicias, vejámenes y torturas a nuestros soldados; todos éramos culpables, excepto que demostráramos lo contrario. Se vulneraba el principio de presunción de inocencia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada en 1948 por las Naciones Unidas, y de nuestra Constitución”.
“Hasta donde sé, no hay ningún oficial veterano de Malvinas procesado por un delito de lesa humanidad; solo habría seis oficiales subalternos procesados en virtud de un delito, con severo reproche penal, que estaría prescripto”, afirma Balza en otro tramo de su reciente artículo.
La Comisión Provincial por la Memoria, organismo que forma parte de la querella en la causa que investiga dichos delitos, se manifestó a través de un comunicado en el que se afirma que “sólo quien busca la impunidad de esta causa puede desconocer estas torturas”.
Y recuerda que “más de 180 ex soldados conscriptos declararon como víctimas o testigos de graves hechos de tortura: estaqueamientos (incluso bajo la nieve o el bombardeo enemigo), picana con teléfono de campaña, sumersión en agua helada, golpes de todo tipo, enterramiento y simulacro de fusilamiento”.
“Estos hechos también están probados en documentos de las propias Fuerzas Armadas: los testimonios sobre las torturas de sus superiores ya habían sido brindados por los soldados al regresar al continente luego del conflicto bélico, conforme surge de los archivos desclasificados por el propio Ministerio de Defensa que dio cuenta de las actas que las mismas Fuerzas Armadas ocultaron”, se añade.
Te puede interesar: Malvinas: “Hay compañeros a los que esas torturas les siguen doliendo”
En otro párrafo se manifiesta que “el reclamo de justicia por las torturas cometidas en las islas no está disociado del irrenunciable reclamo argentino de soberanía por la vía de la paz y el diálogo, como expresamos siempre los organismos de derechos humanos y como señalan también los ex combatientes que llevan el reclamo de justicia. Fue precisamente la dictadura militar, que decidió la guerra, quien rompió con esa larga trayectoria argentina de sostener el reclamo de soberanía por la vía del diálogo, tal como lo exige la comunidad internacional”.
En diálogo con Canal Abierto, el secretario de Derechos Humanos del CECIM La Plata y también integrante de la CPM, Ernesto Alonso, afirmó que “además de estar mal informado, Balza tiene una intencionalidad política y se suma al coro negacionista”.
Alonso refutó la afirmación de Balza sobre la falta de militares procesados por estos sucesos: “en la causa fueron llamados a indagatoria a 24 militares, que efectivamente se le tomó a 4 y fueron procesados por la jueza de Río Grande, Mariel Borruto y en todo el trámite continuó la causa. Cuando llega a la Cámara de Casación Penal, la sala 1 de Comodoro Py trata de imponer la impunidad planteando que estos delitos son delitos comunes y no entrarían dentro de lo que son delitos imprescriptibles”.
“Es por eso que hoy nos encontramos en la Corte Suprema de Justicia de la Nación que tiene que definir la cuestión de fondo. Hay un antecedente previo: en el año 2015 llegó el expediente de Jorge Taranto, también denunciado por torturas en Malvinas, donde la Corte no analizó la cuestión de fondo y ese caso quedó prescripto. Pero acudimos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y ya está denunciada la República Argentina ante la instancia internacional en este caso por esta situación”, detalló Alonso.
El ex combatiente recordó que en los años en los que Balza se desempeñó al frente del Ejército, las asociaciones de ex combatientes fueron víctimas de operaciones de inteligencia por parte de dicha fuerza. “Hay una carpeta de Inteligencia de Ejército del CECIM, con las actividades que teníamos. Entendemos que siendo él la máxima responsabilidad dentro de la estructura del ejército, sabía de los documentos de la burocracia generada durante la guerra de Malvinas, de los archivos que fueron clasificados como secretos y desclasificados en el año 2015, donde los propios documentos de las Fuerzas Armadas constatan estos hechos”, sostuvo.
Y recalcó: “ahí aparecen las órdenes de silencio que él siendo jefe de una unidad militar tuvo que llevar a cabo, esas órdenes de imposición de silencio que se les hizo a los soldados al regreso de Malvinas”.
Alonso fue más allá y se refirió a la responsabilidad de Balza durante el conflicto bélico desarrollado en 1982: “hay hechos denunciados en la unidad que él comandó en Malvinas, el Grupo de Artillería Nº3. Hay soldados que denunciaron violaciones a los derechos humanos. Y acá hay una correspondencia. No fueron hechos casuales, no es que se le ocurrió algún oficial o algún suboficial. En todas las unidades militares que participaron en Malvinas hay hechos denunciados, tanto sea de Ejército, de Marina y de Fuerza Aérea”.
“En Malvinas se puso en crisis la razón de ser de esas Fuerzas Armadas que estaban bajo la doctrina de la seguridad nacional y que lamentablemente el terrorismo de Estado también lo llevó a Malvinas. Ya no pueden tapar el sol con las manos y hacen jugar a Balza un rol porque la sociedad tiene el recuerdo de cuando él pide perdón por lo actuado por las Fuerzas Armadas durante la represión. Pero por supuesto se olvida de Malvinas y se olvida de que sucedió en el contexto de dictadura. Para Balza la guerra de Malvinas ocurrió en otro tiempo, espacio y en otro planeta”, concluyó Alonso.
Te puede interesar: “Necesitaríamos 311 años para que se juzgue a los acusados de torturas en Malvinas”