Redacción Canal Abierto | Este domingo hay elecciones en La Rioja, Misiones y Jujuy. En esta última provincia, los ciudadanos habilitados deberán elegir gobernador, vicegobernador, convencionales constituyentes, 24 diputados provinciales, intendentes, concejales y vocales de comisiones municipales. Allí, no hay Primarias Abiertas (PASO) a nivel local.

Para los cargos ejecutivos se han presentado ocho candidaturas de frentes electorales y partidos, a saber: el oficialismo se postula como Frente Cambia Jujuy con Carlos Sadir y Alberto Bernis; el Frente Justicialista lleva a Rubén Rivarola y Carolina Moisés; el Frente de Izquierda presenta al diputado nacional y trabajador recolector de residuos Alejandro Vilca (PTS) y la docente Betina Rivero (MST); Jujuy Tiene Futuro con Rodolfo Tecchi y Magda Choque Vilca; Unidad por Jujuy lleva a Juan Cardozo Traillou y Diego Granda –esta fórmula surgió luego de que el Senador Nacional Guillermo Snopek, que encabezaría la lista, fue impedido de participar por la relación familiar con Morales, casado con su hermana Tulia–; VÍA + Libertarios ofrece a Cecilia García y Débora Caro; el Partido Política Obrera se presenta con Iñaki Aldasoro y Adela Gutiérrez; y Libres del Sur con José Chocobar.

Canal Abierto se comunicó con Alejandro Vilca para conocer su mirada sobre la elección de este domingo y las perspectivas del Frente de Izquierda. “Nosotros tenemos una gran expectativa por las encuestas que nos dan como segunda fuerza”, explicó el actual diputado nacional.

¿Cuál es la posición del FIT respecto de la reforma a la Constitución Provincial que impulsa Gerardo Morales y que va a estar en juego este domingo en el que también se vota a los convencionales constituyentes?

-La convocatoria a la modificación de la Constitución y a una Asamblea Constituyente tiene el fin de realizar una reforma parcial. El Gobierno la convocó hace un año con la intención de modificarla para permitirle un mandato más a Morales. En ese momento, eso generó mucho repudio y el gobernador tuvo que retroceder en esa primera iniciativa, pero la pospuso para realizarla junto a esta elección a gobernador.

En lo que no retrocedió, y es algo importante que incluye esta reforma, es en darle más poder a los jueces. En la provincia de Jujuy los jueces son elegidos a través de componendas entre radicales y peronistas y eso les ha servido como herramienta para perseguir a opositores y judicializar la protesta. Entonces, otro propósito es darle un carácter constitucional a la prohibición del derecho a la protesta. Hoy se multa con contravenciones pero pretenden escalar a un grado mayor.

Esta modificación de la Constitución tiene sentido para un gobierno que viene ajustando, que viene sometiendo en la pobreza, que profundizó la precariedad laboral, que va a seguir ajustando y necesita silenciar a los que van a salir a reclamar contra estas medidas de gobierno. Lo que pretenden es cristalizar este régimen político bipartidista donde se han enriquecido aún más los más ricos.

Por otro lado, a Morales le es útil electoralmente en la medida en que él puede aparecer en el cuerpo de la boleta, ya que va como primer candidato a constituyente. Al no tener candidatos de mayor conocimiento (recordemos que Morales no puede renovar su mandato y el candidato de Cambia Jujuy es su ministro de Hacienda, Carlos Sadir) se ha puesto la campaña al hombro. Busca un buen resultado en las elecciones locales que le permita proyectarse a nivel nacional en su condición de presidencialista. Seguramente no le den los números pero le puede servir para buscar alguna candidatura secundando a Larreta, a Bullrich o a algún otro candidato, o ser parte de algún gabinete. Lo que vemos, es una ambición personal por delante de las necesidades sociales.

 

Las encuestas parecieran darle un resultado positivo al candidato oficialista, ¿quién es el delfín de Gerardo Morales? 

Carlos Sadir es un funcionario, un técnico. Viene de ser funcionario municipal del intendente de San Salvador de Jujuy, Chuli Jorge, y ha sido uno de los pilares del gobierno de Morales siendo parte de su gabinete. Acá le dicen que es el ministro del ajuste.

Más allá de su perfil, Morales lo pone porque ha demostrado serle fiel. Es como si Menem pusiera de candidato a Cavallo. Dentro de la UCR muchos pensaban que el candidato natural a reemplazarlo podría haber sido el intendente de la ciudad de San Salvador de Jujuy, por su mayor proyección y conocimiento público. Sadir es un funcionario de segunda línea, muy técnico, que tiene poco conocimiento y no juega un rol político en la gestión.

 

De alguna manera parece que va a ser alguien que será manejable o asumirá condicionado…

-Exactamente, a diferencia del Chuli Jorge que cuenta con un aparato propio en la ciudad y que tiene su caudal de votos. Nuestra visión es que Morales sólo quiere cambiar la figura por alguien que sea manejable, para mantener un gabinete donde se encuentran los familiares de él, más de 24 familiares, y a ministros y secretarios que son de su riñón, para continuar él a la sombra, manejando el poder de la provincia.

 

En las legislativas, el FIT dio la sorpresa, ¿cómo crees que puede llegar a salir la elección del domingo para ustedes? ¿Esperan crecer en votos o relegar al tercer puesto al peronismo?

-La izquierda viene haciendo buenas elecciones hace mucho. Una de ellas fue la de 2017 en la que por primera vez llegamos a la Legislatura provincial con el 18% de los votos; y después haber llegado al Congreso Nacional con el 25%, algo inédito para la izquierda trotskista en Argentina. Lo que pasa es que fueron elecciones legislativas y siempre las ejecutivas son más duras porque entra el posibilismo de quién puede gobernar.

Pero en esta ocasión, a diferencia de otros años, el régimen político que lidera Gerardo Morales, en estrecha alianza con el PJ provincial, con un mismo proyecto en el que han venido ganando los grandes empresarios del tabaco, de los ingenios, las mineras y consolidándose una casta política de familiares y amigos del poder mientras la gran mayoría del pueblo trabajador es pobre, se enfrenta a otro modelo, el que propone la izquierda que es poner todos los recursos de una provincia muy rica, lamentablemente saqueada por estos sectores, e invertir las prioridades y poner por delante las necesidades sociales y el control de los trabajadores sobre las riquezas con un sentido social.

Creo que eso, combinado con la bronca contra estos sectores políticos, la decepción que existe con el gobierno de Alberto Fernández, la crisis económica y que la izquierda se viene planteando como un canal para expresar esa bronca hacia los que nos gobiernan pero también una forma organizativa, nos puede dar un fuerte impulso. La izquierda ha venido creciendo en toda la provincia y en los lugares de trabajo y ha participado en la recuperación de algunos sindicatos. Es una izquierda que tiene una raíz muy importante en las estructuras de la clase trabajadora.

 

¿Por qué crees que se da este fenómeno en Jujuy que no se repite en todas las provincias?

-Yo creo que es también por el rol del PJ en la provincia. La alianza cada vez más estrecha del PJ que ha sido íntimo colaborador de Gerardo Morales, y hoy no es percibido como oposición sino como su principal aliado y sostén. Sostén de un régimen bastante duro. Todos los favores a los empresarios han sido en mutua colaboración. De hecho, no es solamente una alianza política sino de íntimos negocios, donde se ve que en la obra pública o en algunos negocios del Estado participan también los dirigentes del PJ que son empresarios de esos mismos negocio. Es una sociedad que ha favorecido muchísimo a los dirigentes de estos dos partidos.

Socialmente hay un gran descreimiento y mucha la polarización social, mucha concentración de la riqueza en pocas manos y una profunda crisis económica. Se da en un conflicto muy duro acá y no han surgido mediaciones de centro izquierda. La izquierda trotskista tiene un trabajo histórico en los sectores obreros, en los ingenios. La izquierda ha presentado candidatos obreros como es mi caso, un obrero de la recolección, también compañeros de las fábricas, de los ingenios, eso también ha mostrado otro tipo de izquierda, que se enfrenta, y ha despertado un sentido de pertenencia, de clase, de cómo enfrentar a los poderosos con apellidos ilustres y casi extranjeros con trabajadores que vienen desde abajo. Eso le da otro condimento, una alternativa de clase.

 

¿Qué medidas impulsaría el FIT de alcanzar la Gobernación?

-Hemos desarrollado un plan provincial para sacar a Jujuy de la pobreza que se enfoca sobre todo en la producción jujeña. Uno es el litio, un recurso muy importante pero que está en manos de multinacionales, que se llevan millones de dólares. Hace poco, con Nicolás del Caño y Myriam Bregman presentamos un pedido de informes en el Congreso sobre la subfacturación que realizan estas empresas para pagar menos impuestos. Hay un robo importante en la facturación. Además, tienen una cantidad de facilidades que les da la provincia y están dejando sólo el 1% de impuestos de ingresos brutos en la provincia, o sea, no dejan nada. Por otro lado, el impacto ambiental es muy alto, consume muchísima agua.

Con la estatización de la producción de litio proponemos lanzar un plan de obras públicas para construir 14.000 viviendas, teniendo en cuenta que el déficit habitacional en Jujuy es de 35.000 viviendas, en tan sólo dos o tres años se podría resolver el problema habitacional.

Otro de los planteos es por el parque solar de Cauchari, que es uno de los más importantes en el norte en Argentina y que produce energía que podría abastecer al 90% del consumo de la provincia y, sin embargo, pagamos una de las tarifas más caras del país, en beneficio de la empresa privatizada EJESA. Nosotros planteamos la estatización de la empresa eléctrica y que todo lo que produce el parque solar sea para tener tarifas económicas y accesibles.

Por último, es importante el tema de la propiedad de la tierra. Jujuy tiene el problema de la gran concentración de la tierra. En Fraile Pintado, una familia tiene más de 25.000 hectáreas. El ingenio La esperanza tiene 78.000 hectáreas y el ingenio Ledesma tiene 148.000 hectáreas de las cuales utiliza sólo la cuarta parte, el resto es tierra ociosa. Nosotros decimos que necesitamos toda esa tierra para hacer proyectos productivos, crear fuentes de trabajo y construir viviendas. Y a la vez, poder resolver el problema del trabajo temporal, porque tienen monocultivos y los trabajadores solamente trabajan una temporada y después quedan sin trabajo. Entonces podemos desarrollar ahí proyectos productivos para que todos los trabajadores rurales puedan tener trabajo permanente y, además, producir alimentos.

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