Redacción Canal Abierto | La Comisión Memoria, Verdad y Justicia del partido bonaerense de San Martín anunció este miércoles el inicio del proceso judicial para conocer la verdad y que se declaren como delitos de lesa humanidad los asesinatos de opositores a la dictadura que derrocó a Juan Domingo Perón cometidos en junio de 1956 en los basurales de José León Suárez, a casi 67 años de esa masacre, cuya investigación motivó el célebre libro Operación Masacre de Rodolfo Walsh.
Según comunicó en una conferencia de prensa la Comisión que impulsó la causa y que será querellante, este jueves brindará la primera declaratoria ante el Juzgado Federal de San Martín a cargo de Alicia Vence uno de los sobrevivientes de los fusilamientos, Juan Carlos Livraga.
Se indicó además que están citadas para declarar el 5 de junio Berta Josefa Carranza y Delia Beatriz Garibotti, ambas hijas de víctimas, y que el juicio oral comenzaría luego de la feria judicial de invierno.
Uno de los objetivos principales del juicio es que los asesinatos perpetrados por la policía de la provincia de Buenos Aires en los basurales de José León Suárez bajo las órdenes de su entonces jefe, el teniente coronel Desiderio Fernández Suárez, sean declarados delitos de lesa humanidad, o sea imprescriptibles.
Evita Morales, docente de la UNSAM e integrante de la Comisión Memoria, Verdad y Justicia de San Martín, habló al respecto con FM Reconquista, una radio comunitaria del barrio Villa Hidalgo de José León Suárez.
“Hace un año presentamos el proyecto ante el juzgado –contó la activista e investigadora- y no pensábamos que tan pronto nos llamarían, tuvimos que hacer una ampliación de la declaratoria del porqué pedimos este juicio, nos aceptaron como querellantes ya que los familiares prefirieron que fuéramos nosotros, y a partir de ahí presentamos la lista de quienes pueden dar su testimonio, que la mayoría son familiares de los fusilados, no solamente de San Martín sino de otros distritos”.
En los fusilamientos del 10 de junio de 1956 mataron a Carlos Lizaso, Nicolás Carranza, Francisco Garibotti, Vicente Rodríguez y Mario Brión, mientras que otros siete compañeros, que también habían sido capturados horas antes de la casa del barrio bonaerense de Florida donde se encontraban reunidos, lograron escapar y salvar sus vidas.
La dictadura de Pedro Eugenio Aramburu inició el 9 de junio una represión que en tres días produjo los asesinatos de 18 militares y 13 civiles. Algunos de ellos formaban parte de un levantamiento encabezado por los generales Juan José Valle y Raúl Tanco, que intentaba reponer a Perón como presidente.
La Comisión de derechos humanos sanmartinense fue fundada por la Elena “La Negra” Carranza, hija de Nicolás Carranza, uno de los fusilados de 1956, fallecida en 2013.
Para esta semana y la próxima están proyectadas las declaraciones en la etapa de instrucción de la causa, para reunir pruebas, y cerrada esa fase se va a llevar adelante el juicio oral.
Morales contó: “Los familiares que siempre nos acompañan en los juicios y las actividades en San Martín, nos dicen que nunca se hizo nada, y por eso pensamos que era el momento y tenemos como antecedente el juicio por la Masacre de Napalpí que se realizó después de 98 años, nosotros lo queremos hacer aunque se cumplan 67 años”.
Además de la obra cumbre de Walsh, Daniel Briones, hijo de uno de los fusilados, escribió un libro. El historiador Roberto Baschetti también ha reunido documentos. Todo ese material será parte del proceso judicial. Ninguno de los fusiladores ni los responsables políticos de los hechos fue juzgado alguna vez.
Evita Morales es vecina nacida en Villa Concepción de San Martín, “el primer barrio obrero que hizo Perón en el 44”, en el límite con Vicente López, sobre el que publicó un libro. “Siempre fue visto como un barrio peronista, por eso después del 76 tenemos 19 compañeros y compañeras desaparecidos”, recordó, y subrayo: “Tiene que ver porque acá se filmó la película Operación Masacre, en el interior de una casa y en distintas calles, una película que se filmaba de noche. Cedrón elige este barrio porque sabía que éramos compañeros. Éramos jóvenes y cuando termina la filmación nos dejó una copia y la vimos en el club del barrio, en el 72”.
Con información de TELAM