Redacción Canal Abierto | Bajo el gobierno del expresidente Eduardo Duhalde, en el mediodía del 26 de junio de 2002, organizaciones piqueteras se movilizaron al pie del Puente Pueyrredón, en el marco de un plan de lucha en reclamo de aumentos salariales, subsidios para desocupados y alimentos para comedores. 

Tras un feroz operativo represivo montado por la Policía Bonaerense en cercanías de la ex estación Avellaneda, fueron asesinados Maximiliano Kosteki, de 22 años, y Darío Santillán, de 21, ambos militantes del Movimiento de Trabajadores Desocupados «Aníbal Verón».  

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Este lunes, al cumplirse un nuevo aniversario, diversas organizaciones marcharon al Puente Pueyerredón para homenajear a las dos víctimas fatales y reclamar que los responsables políticos de lo que luego se conoció como Masacre de Avellaneda sean juzgados. 

Tanto familiares como compañeros denunciaron que la movilización de esta mañana, al igual que la de 2022, se da en un “cuadro de miseria social que se extiende entre los trabajadores”. La jornada culminará con una marcha de antorchas y vigilia.  

“Para mí, junio es la tortura. Desde el 1 de junio siento que se me detiene el mundo y vuelvo a estar en el 2002 hasta que termina el cumpleaños de Maximiliano el 3 de julio. A junio lo debería sacar de mi calendario porque es atroz, es detener el tiempo, es vivir una y otra vez todo eso”, aseguró a Canal Abierto la hermana de Maximiliano, Vanina Kosteki. 

En el día de ayer, las organizaciones también realizaron actividades, jornadas culturales y actos en las inmediaciones de la estación de Avellaneda. 

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