Redacción Canal Abierto | La Doctrina Monroe fue una declaración elaborada en 1823 por John Quincy Adams, secretario de Estado del gobierno de los Estados Unidos. La reconocida frase de su ideario James Monroe “América para los americanos”, sintetizaba el espíritu de su pensamiento: cualquier intervención de los europeos en el continente americano sería considerada como un acto de agresión contra los Estados Unidos.
Al cumplirse 200 años de esta doctrina que condicionó la política y la perspectiva de emancipación de los pueblos de América Latina y El Caribe, la CTA Autónoma impulsa una serie de acciones para reflexionar sobre los modos en que el imperialismo sigue vigente. Este jueves se presentó el primero de los tres fascículos que conformarán un libro, y se realizó un conversatorio que contó con presencias destacadas de Argentina, Bolivia y Venezuela.
Hugo “Cachorro” Godoy, secretario General de la CTA-A, abrió la actividad: “La vigencia de estas políticas de saqueos sobre nuestros territorios de América Latina y EL Caribe, adquieren hoy otras formas, como el FMI, que impone sus políticas, o la presencia de una base de la OTAN en territorio argentino usurpado en las Malvinas. Y esto requería un abordaje de las organizaciones populares para instalar el debate a fondo en nuestras sociedades”.
“La doctrina Monroe sostiene en términos políticos y diplomáticos la dominación y el imperialismo, pero nuestro pueblo ha conseguido una consciencia antiimperialista que ha generado muchas experiencias de lucha y de gobiernos emancipadores, que nos ha permitido avanzar en el camino y la posibilidad de construir una patria libre y soberana.”, completó.
Luego, Remo Carlotto, del Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur, se refirió al trabajo en el marco de la integración de los pueblos: “Es muy importante vincularnos con las y los trabajadores para construir una agenda para que las políticas públicas de los Estados sean garantes de los derechos humanos. Quienes escriben sobre la Doctrina Monroe para interpretar sus consecuencias son los mismos que la hicieron, por eso tenemos un desafío enorme en la formación de nuestros cuadros para la construcción un pensamiento propio”, advirtió.
Desde Bolivia, Fernando Huanacuni, excanciller de Bolivia y actual coordinador de RUNASUR, manifestó: “En 1492 llegaron con un pensamientos desde Europa, que los seres humanos indígenas no eran iguales a los seres humanos occidentales, por eso se produjo el mayor genocidio con la muerte de 90 millones de personas, el primero del continente. Los procesos libertarios tampoco cambiaron la realidad de los pueblos indígenas, por lo tanto se profundizó el pensamiento colonial. Bajo la Doctrina Monroe se dieron procesos con mucha incidencia para los pueblos indígenas. Lo que les interesa son nuestros recursos”.
A su turno, Pablo Narvaja, coordinador de la Pastoral Social y especialista en educación de la Universidad Nacional de Moreno, propuso pensar las manifestaciones actuales de la doctrina: “Quizá hay cierto disimulo, pero la motivación esencial la seguimos viviendo y padeciendo en América Latina”, dijo, y agregó: “La extracción foránea y el saqueo de los recursos no va en beneficio del pueblo, no redunda en desarrollo integral con justicia social”, agregó.
Desde Venezuela, Lidice Altuve, vicepresidenta del Instituto Simón Bolívar para la Paz y Solidaridad entre los Pueblos, fue la siguiente oradora: “La doctrina Monroe no es algo histórico que está en el pasado, y los ejemplos en el continente son claros y están a la vista. La América para los americanos es expresión de esa política exterior de los EEUU que han expresado todos los gobiernos desde hace 200 años y hasta ahora. Ya en ese momento, el pensamiento bolivariano advertía de esto. Los bloqueos, las sanciones, el lawfare han sido herramientas imperialistas para nuestra región”.
Más tarde Miriam Liempe, Secretaria de Relación con los Pueblos Originarios de la CTA-A, recogió un concepto de Evo Morales durante la conformación de la RUNASUR: “Una de las cosas que decía nuestro primer presidente indígena en América Latina es que mientras EEUU proponía la doctrina Monroe, nacía el Abya Yala, y el RUNASUR como una propuesta emancipadora”.
Sobre el final, Daniel Godoy, director del Instituto de Estudios y Formación de la CTA-A, comentó que esta presentación es el primer paso de una agenda de trabajo para “poner en visibilidad este aspecto tan decisivo en nuestra condición de país en rebeldía, como esta estrategia que hizo posible la dominación sobre nuestros territorios”.
Por último, Mariano Vázquez, integrante de la Secretaria de Relaciones Internacionales de la CTA y autor del fascículo La historia de 200 años de la Doctrina Monroe, se refirió a la publicación: “Que desde la clase trabajadora se cuente la historia es muy importante ante la desigualdad que hay en las publicaciones”.
“No se fracasa cuando se intenta, y por los que murieron peleando por derechos debemos seguir luchando. Hay que seguir encontrando actos heroicos de nuestra clase”, propuso el periodista, colaborador de Canal Abierto.