Redacción Canal Abierto | El cofundador de la banda de rock inglesa Pink Floyd, Roger Waters, es investigado por la Policía alemana por incitación al odio, luego de que el pasado 17 de mayo se presentara en un show en Berlín vistiendo un traje militar como los utilizados en los conciertos en vivo de la mítica ópera rock de 1979 The Wall y en su versión fílmica de 1982.
Se trata de parte de la iconografía creada por Waters y el ilustrador Gerald Scarfe para el lanzamiento de uno de los álbumes conceptuales más reconocidos de la historia, y cuya trama es la historia de Pink, una estrella de rock ficcional que se encierra cada vez más entre “muros” imaginarios a raíz de sus traumas y de la falta de humanidad del sistema y la sociedad. El personaje está basado en las propias experiencias del músico y de Syd Barrett, el fallecido primer líder del grupo.
La estética inspirada en el nazismo, desde los atuendos militares hasta las hordas animadas de martillos rojos y negros marchando nacen cuando el protagonista -al borde de la autodestrucción- es víctima de una alucinación en la que se transforma en un dictador fascista que atenta contra minorías étnicas.
A raíz del hecho, el artista realizó un descargo en redes sociales en el que explicó que su actuación en Berlín “ha atraído ataques de mala fe de aquellos que quieren difamarme y silenciarme porque no están de acuerdo con mis puntos de vista políticos y principios morales». A su vez, recordó: “he pasado toda mi vida hablando en contra del autoritarismo y la opresión dondequiera que los veo».
A la polémica en tierras germanas, en las últimas horas se sumó el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Jorge Knoblovits, quien denunció a Water de propagar “discursos de odio antisemitas”.
El músico británico, que este 6 de septiembre cumplió 80 años, tiene previsto actuar en el estadio de River el 21 y 22 de noviembre en el marco de su gira This is not a drill (“Esto no es un simulacro”). “Si Roger Waters comete un delito en la Argentina, va a tener las consecuencias que correspondan, tiene que ser detenido y sometido a proceso como cualquiera”, advirtió el titular de la entidad.
Desde el Llamamiento Argentino Judío, organización que pretende representar a sectores progresistas de la comunidad en nuestro país, calificaron las acusaciones como una “nueva operación maliciosa de la DAIA” y apuntaron contra sus autoridades: «arrogándose una vez más una representación de la cual carece y haciendo gala de una ignorancia real o fingida respecto de su obra, pretende utilizar la estética de The Wall para difamar a Waters, mientras hace silencio respecto a la utilización espuria que hace Javier Milei del judaísmo, omite una condena al negacionismo explícito de Victoria Villarruel y olvida cuestionar a Mauricio Macri quien caracterizó como `raza superior´ a los alemanes en los días previos al mundial de Qatar”.
En los últimos años Rogers ha sido víctima de ataques por su postura en favor de los palestinos y su rechazo a las políticas de apartheid instrumentadas por Israel en los territorios ocupados. “Jorge Knoblovits buscó tergiversar el sentido de la presentación de Waters utilizando la estética de The Wall para ocultar el verdadero sentido de lo que preocupa a la DAIA: la prédica de Waters contra la ocupación colonial de Cisjordania, territorio de Palestina, y su condena a la represión sistemática que sufren sus habitantes”, planteó el Llamamiento en un comunicado de prensa firmado por su secretario general, Pablo Gorodneff, y su presidente, Marcelo Horestein.
“Cabe decir que Roger Waters perdió a su padre en la batalla de Anzio, durante la Segunda Guerra, y gran parte de su obra solista y con Pink Floyd ha girado alrededor de los horrores de la guerra. Incluso el álbum The final cut incluye una fuerte crítica a Margaret Thatcher y a lo sucedido durante la Guerra de Malvinas. El músico se ha expresado críticamente sobre la posición de la OTAN en el conflicto entre Ucrania y Rusia, y también se ha solidarizado con el pueblo palestino frente a la ocupación israelí y la política de apartheid allí imperante, lo cual -según la definición del IRHA (en español, Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto)- no constituye antisemitismo”, afirmaron.
En su segunda visita a nuestro país, cuando presentó el célebre espectáculo multimedia The Wall, el fundador de Pink Floyd tuvo el récord mundial de nueve presentaciones en el mismo estadio, lo que significa que el mismo fue visto por más de medio millón de argentinos y argentinas.