Canal Abierto Radio | El domingo pasado, en Santiago del Estero, tuvo lugar el primer round del debate presidencial hacia las elecciones del 22 de octubre. Myriam Bregman, Juan Schiaretti, Sergio Massa, Patricia Bullrich y Sergio Massa intercambiaron en torno a tres ejes: economía, educación, y derechos humanos y convivencia democrática.
Para el politólogo Julio Burdman, del Observatorio Electoral, no hubo grandes ganadores ni perdedores absolutos. Y esto, como consecuencia de las reglas mismas del encuentro. “Lo que yo creo, por observar la historia de otros debates, como el clásico Nixon vs. Kennedy en Estados Unidos, es que cuando realmente hay un efecto es cuando un candidato queda completamente derrotado por otro, tipo nocaut”. Es decir, aclara, “cuando le hacen una pregunta que lo descoloca, o queda desnudo frente a la ignorancia de alguna propuesta”.
Sin embargo, critica el especialista, “el modelo argentino, tan rígido y regulado, hace que ninguno pueda lucirse demasiado. La palabra está muy controlada por los moderadores y no hay verdadera interacción”. Así, lo que vimos, “fueron cinco candidatos que monologaron sobre los temas que tenían que responder”, indica. “Si bien uno puede hacer una evaluación de la retórica o del desempeño, me parece que estos debates no producen un efecto muy contundente”, considera.
Si bien identificó a Bregman y a Schiaretti como los que salieron más airosos -“porque eran los que tenían menos que perder”-, Burdman arriesga que el más favorecido por el formato fue Milei. “No lo vi mal, pudo imponer los temas que quiso, ayudado por la rigidez del debate. Porque lo que todo el mundo estaba esperando era provocar a Milei para que saltara, pero eso no era posible con este método, con tan pocos minutos y el micrófono cerrado”, explica.
El próximo debate tendrá lugar el domingo que viene, 8 de octubre, a las 21hs, en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Los ejes dispuestos son: seguridad, trabajo y producción, desarrollo humano, vivienda y protección del ambiente. Para entonces, Burdman no espera mayores novedades en el formato, porque eso implicaría que los postulantes se pongan todos de acuerdo.
Lo que sí podría darse, opina, es un mejor manejo de las reglas: “que no se consuman todos los derechos a réplica en el primer bloque, que usen más lenguaje no verbal, o tal vez, que lleven preparadas mejores preguntas o provocaciones”. “Pero no tengo demasiada fe”, admite.