Redacción Canal Abierto | “Luego de haber planteado el tema de las Leliqs como una cuestión central para resolver los problemas económicos que tenemos, Milei parece querer traer a su gabinete al creador de las Leliqs: a Federico Sturzenegger”. La frase pronunciada por el exdirector del Banco Nación, Claudio Lozano, data de finales de noviembre de 2023 en una charla con Canal Abierto, cuando el actual Presidente aún no había asumido pero ya parecía desdecirse.
Y es que para Javier Milei, como lo había consignado en entrevistas periodísticas durante su campaña, el acuerdo del FMI “se lo patinaron en el Banco Central para salvar a los que quisieron ocultar el desastre del 28 de diciembre de 2017”.
Al mencionar esa fecha se refería a la conferencia de prensa en la que Federico Sturzenegger, por entonces presidente del Banco Central; el jefe de Gabinete de Mauricio Macri, Marcos Peña; su ministro de Finanzas, Luis “Toto” Caputo; y el extitular de Economía, Nicolás Dujovne, explicaban cómo regularían el tipo de cambio, libre hasta entonces, lo que el libertario en jefe describió como una avanzada “sobre la independencia del BCRA”.
Seis meses después de aquellas declaraciones de Lozano –mientras la Selección Argentina de fútbol le ganaba a Ecuador y pasaba a semifinales de la Copa América– el Boletín Oficial anunciaba que un nuevo Ministerio, el de Desregulación y Transformación del Estado, se había fabricado a la medida de Sturzenegger para que lo condujera.
Sin embargo, la primera aparición de este personaje en las decisiones del gobierno de La Libertad Avanza fue muy pronto: en la redacción del megadecreto, que Milei anunció el 20 de diciembre de 2023 con él ubicado a su derecha.
Pero su presencia al frente de una cartera no resulta muy auspiciosa, ya que el apellido Sturzenegger está asociado a todas las crisis recientes de la Argentina.
El prontuario
Para rastrear sus inicios en la política hay que remontarse a 1995, cuando en pleno menemismo y antes de cumplir los 30, asumió como economista en jefe de la parcialmente privatizada YPF.
De aquel entonces data su admiración por el gurú liberal Domingo Cavallo, cuyo equipo integró cuando el calvo economista fue convocado por el expresidente Fernando de la Rúa.
Así, de marzo a noviembre de 2001 fue secretario de Política Económica de la Nación, meses en los que anunció el “blindaje” –por el que el FMI le pidió a la Argentina un ajustazo bajo un programa de “déficit cero” a cambio de un crédito de US$ 40 mil millones–, que le costó a trabajadores y jubilados un recorte del 13% de sus haberes, y el “megacanje” –canje de bonos para patear el pago de la deuda a costa de mayores intereses y un incremento del capital adeudado. Un mes después de su salida, el país estallaría por los aires.
De la mano de Mauricio Macri –otro confeso admirador de Carlos Saúl Menem y Cavallo–, como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ocupó la presidencia del Banco Ciudad hasta que fue elegido como diputado en la lista del PRO.
El ascenso del macrismo a la Presidencia en 2015 lo convirtió en presidente del Central, donde ideó las Letras del Banco Central (Lebacs) que luego fueron Letras de Liquidez (Leliqs), las que el Milei de la campaña describía como una “bomba” que había que desarmar.
Por entonces se lo vio en fotos con Cavallo, quien sostuvo en declaraciones periodísticas que le escribía al Gobierno “un informe todos los meses”.
Según un informe del CEPA, la política monetaria del BCRA conducido por Sturzenegger le costó al Estado más de $419 mil millones. Sumado al stock de Letras del Tesoro (Letes), serían unos $1,2 billones.
Para junio de 2018, Sturzenegger había dejado la función pública, no sin antes haber llevado el déficit fiscal de 2017 a ser el tercero más alto de la historia.