Redacción Canal Abierto | En Sapos, momentos de infancia en dictadura, el realizador Lucas Brunetto relata momentos vividos por distintas personas que atravesaron el primer momento de su vida durante ese período de la historia argentina.
«Damos por sentado -continuó detallando- que hay diferentes grados de impacto o de afectación en torno a lo que pasó en esos años. Todos, de una u otra manera, fuimos atravesados por la dictadura y la infancia en diferentes formas también».
El germen del film se encuentra en una capacitación del Ministerio de Educación realizada en 2011 en la que distintas personas tuvieron que escribir recuerdos de su infancia durante el terrorismo de Etado.
A partir de estos testimonios y de un trabajo con registros familiares en formato fílmico Super 8, Brunetto se dispuso a realizar la película. Para ello localizó a las personas que habían escrito los textos y los convocó para grabarlos en un estudio.
“Uno de los primeros relatos alude a un recuerdo infantil en el que se asocia la aparición de cientos de miles de sapos en un barrio en el conurbano después de una gran tormenta, en coincidencia con la aparición también para esa época de muchos militares en las calles, la presencia que había también en los actos escolares, en los desfiles, incluso en los retenes que había en rutas y avenidas. Entonces, ahí se termina de relacionar una cosa con otra”, explicó el realizador.
Y agregó: “Hay varios aspectos comunes en los relatos que están presentes y que sirven como hilo conductor. Uno de ellos es el juego. Es decir, en todos los relatos, a pesar de que cada uno encierra su particularidad, está presente el juego lúdico, el juego infantil. Que en alguna medida se puede interpretar como una suerte de escudo protector. Una forma de resguardo frente a aquello que en algunos casos, para ciertas familias, fue un momento muy difícil de atravesar en Argentina”.
“Otro que también me parece un aspecto muy común es que todos estos recuerdos que se van contando son de situaciones muy íntimas. Son momentos que han sucedido generalmente en el hogar o que tienen que ver con la vida familiar y que, a diferencia de muchos de los recuerdos que tenemos de la época los que tenemos hoy entre 40 y pico y 50 y pico de años de edad, son los recuerdos que se forjaron con el relato que nuestros padres hicieron una vez llegara a la democracia. Todos están desplazados de la novela familiar que después se fue relatando en cada uno de los hogares una vez reiniciada la democracia”, observó Brunetto.
La relación entre dictadura e infancia fue abordada en varias películas del cine argentino. Consultado sobre la característica de su película respecto a otras como Kamchatka, Infancia clandestina o La casa de los Conejos, el director expuso: “Yo creo que con Sapos la mirada que proponemos es la de quienes nos tocó ser chicos en esos años. No es la infancia clandestina. El libro de Laura Alcoba que después se hizo película me parece que es fascinante y tiene ese mundo infantil, pero de quien estaba cercano a la militancia de organizaciones armadas en esos años”.
“En cambio acá, la mayoría de todos estos relatos que se articulan en Sapos es de quienes fueron niños en esos años y no tuvieron una relación directa con los militantes políticos o con quienes participaron de organizaciones armadas”, concluyó.
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Entrevista: Manuel Rodríguez