Redacción Canal Abierto | “El Gobierno de los CEOs”, caracterizaban al macrismo los medios críticos apenas asumido el Gobierno y tras el anuncio de un flamante gabinete atestado de representantes empresarios, políticos reciclados y ejecutivos de las multinacionales más poderosas del globo.
Hoy, en una mirada retrospectiva, las políticas económicas y sociales que se entreveía traían entre manos aquellos funcionarios –y las pocas caras que con el tiempo los fueron renovando- no desilusionaron, sino más bien sobre cumplieron, y con creces.
La perspectiva de caída del 2,8% del PBI para este año es un indicador de ello, así como también la profunda caída del poder adquisitivo de los trabajadores (el salario real cayó 15,4% en noviembre y 2018 será el peor año desde 2002) y el enriquecimiento de unos pocos, particularmente del sector financiero.
Según un reciente informe del Banco Central, en octubre los bancos ganaron 19.104 millones de pesos, un 50% más que en septiembre. Al interior del sector, la banca privada duplicó su ganancia en tan sólo un mes, al pasar de $9.960 millones a $16.716 millones.
Los espectaculares ingresos se explican por el alza que registraron los bonos públicos en su poder, por los cuales facturaron $21.279 millones en octubre.
Entre otros títulos, juegan aquí un papel clave las Leliq (a diferencia de las Lebac, estas son exclusivas para operaciones con entidades financieras) como herramienta del Central para alejar a las inversiones del dólar y bajar la inflación. Sin embargo, producto de sus tasas astronómicas (hoy en 59%, pero semanas atrás cerca del 70%) el Central está pagando unos $1.000 millones por día en calidad de intereses y desfinanciando al sector productivo.
En este sentido, cabe destacar que los bancos ganaron más en un mes en que cayó el crédito al sector privado, tanto en términos nominales como reales. La fuerte merma de los préstamos industriales en octubre fue del 13,7% respecto a septiembre en términos reales. En tanto que el financiamiento a particulares también registró una disminución del 2,8% durante el mismo periodo.
En paralelo, un estudio del INDEC reveló que en octubre el consumo de servicios públicos bajó por quinto mes consecutivo con una retracción del 4,6% contra igual período de 2017. En términos interanuales, la demanda de energía eléctrica, gas y agua registró una contracción de 2,4%, la recolección de residuos tuvo una baja de 2,0%, el transporte de pasajeros cayó 6,8% y los vehículos pasantes pagos por peajes se contrajeron 13,1%.
A su vez, una medición de la consultora Scentia indicó que el consumo masivo de alimentos, bebidas, artículos de tocador y limpieza experimentó una caída promedio interanual del 5,9% en el mes de noviembre. Las cadenas de hipermercados bajaron el 3,7% y los autoservicios independientes, nada menos que el 8,5 por ciento.
No parece una novedad que los ganadores del modelo cada vez sean menos. Ni los industriales, exportadores y mucho menos los trabajadores, los únicos privilegiados de Cambiemos son los bancos y los señores de la timba financiera.