Redacción Canal Abierto | El directorio del Ente Nacional de Comunicaciones dio a conocer los resultados de los concursos para la adjudicación de licencias para radios, entre las que se encuentran las comunitarias Radio Estación Sur de La Plata, FM Tinkunako de José C Paz, Aire Libre de Rosario y FM En Tránsito de Moreno, que se suman a las otorgadas a FM La Tribu de Ciudad de Buenos Aires, Radio Sur de Córdoba y FM Chalet de Santa Fe.
Estas licencias son fruto de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual sancionada en 2009, tras meses de debate no sólo en el Congreso de la Nación sino en audiencias y foros realizados en distintos puntos del país, a partir de los 21 puntos presentados en 2004 por la Coalición por una Comunicación Democrática.
“Lo que tiene de bueno es que normaliza la situación de emisoras que tienen 15, 20 o 30 años de experiencia, pero al cerrarlo ahí deja afuera a todas las radios hijas de la ley, nacidas en 2010 para esta parte. La contracara de esto es que, por un lado, quienes en base a una lucha muy persistente y una estrategia de sostenibilidad acceden a esa legalidad, pero las que quedan van a concursar en algún momento por las sobras del espectro, por lo que haya dejado liberado los concursos que se están dando en este momento”, manifestó Pablo Antonini, presidente del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO) en diálogo con Canal Abierto.
Uno de los aspectos innovadores fue la inclusión de las asociaciones sin fines de lucro como actores de la comunicación y la reserva de un 33% del espectro para este tipo de emisoras.
“Si querés respetar la ley que dice que tiene que haber una reserva del 33% del espectro, al menos armá está esta primera normalización con una cantidad de radios que se arrimen un poco a ese porcentaje. Estamos muy lejos y vamos a quedar más lejos todavía porque lo que quede del espectro luego de completada esta normalización difícilmente alcance para que ingrese un porcentaje de radios que se acerque a ese 33%, y para garantizar que se acerque lo más posible en los concursos que se abran cuando termine la normalización van a tener que tener mucha prioridad las comunitarias”, plantea Antonini.
A partir del boom de las FM vivido desde fines de los 80s, no hubo una regulación que contemplara a estos nuevos actores, ya que la normativa existente databa de 1980, a partir de un decreto ley, que, además de haber sido sancionado por la última dictadura cívico militar, estaba desactualizada en términos tecnológicos.
La forma que encontraron los gobiernos democráticos para contemplar a las radios que comenzaron a ocupar el espectro, fue el otorgamiento de Permisos Precarios y Provisorios (PPP) y un censo que amparó a las radio comunitarias tras la derogación de un artículo de la ley que impedía que las organizaciones sin fines de lucro pudieran ser titulares de medios.
“De este proceso de normalización salís o con la licencia o sin nada, porque si no se gana el concurso se cae el permiso provisorio. Por eso ahí la estrategia colectiva fue importante, porque las comunitarias nos pusimos de acuerdo para poder ir sorteando los pasos administrativos, legales y técnicos que no son pocos, contratando profesionales en común, ayudándonos mutuamente como parte de una forma de hacer comunicación en la que lo colectivo es lo que importa y la agenda de los derechos de las poblaciones en las que estamos es lo que tiene que estar en primera línea, independientemente del rating o los anunciantes. Esto mismo se plasma en la capacidad que tenemos para enfrentar este tipo de procedimientos y para sortearlos y llegar al final del trámite con la licencia”, sostiene Antonini.
Entrevista Manuel Rodríguez