Redacción Canal Abierto | Los datos sobre mercado laboral publicados ayer por el INDEC ratifican una tendencia que no sólo se expresa en el aumento interanual del 1% de la tasa de desocupación, hoy en torno al 10,6% (2,1 millones de personas). Las cifras oficiales revelan también que cerca de 3,6 millones de trabajadores buscan empleo a pesar de tener uno, ejerciendo una fuerte presión a la baja sobre los salarios.
En base a estos datos oficiales, un estudio del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) concluyó que -entre desocupados y ocupados demandantes- más de 5,7 millones de personas buscan empleo en Argentina. Es decir, un 29% de la población económicamente activa.
“Los recientes índices ratifican una tendencia que veníamos observando desde que asumió Macri y que no es fruto de la casualidad, sino consecuencia de la precarización laboral que empuja a una cantidad importante de ocupados a buscar otro empleo o una changa”, analizó en una entrevista con el programa Sobre La Hora (Radio Cooperativa) el economista, presidente de Unidad Popular y referente del IPYPP, Claudio Lozano.
En definitiva, la brutal devaluación (de alrededor el 100% en un año) y el encarecimiento del costo de vida (en 2019, la inflación superará holgadamente el 50%) empujan a miles de argentinos y argentinas a hacerse de un nuevo ingreso para llegar a fin de mes. Este último objetivo, casi imposible en estos tiempos, se expresa en otro aterrador dato del INDEC: en el primer semestre de 2019, la tasa de pobreza alcanzó al 35% – 35,5% de la población. El índice se encuentra casi 10 puntos por encima del mejor registro de Cambiemos, correspondiente al segundo semestre de 2017 (25,7%).
Por otra parte, el informe del IPYPP pone el foco en el incremento de la tasa de subempleo. Es decir, de procesos de trabajo de menor tiempo y de menor ingreso que alcanza a 2,6 millones de trabajadores.
En el mismo sentido, Lozano remarcó que de ese número, “650.000 son cuentapropistas”, e incluso monotributistas y monotributistas sociales. “Y tenes 300.000 que son trabajadores en negro, y hay unos 30.000 trabajadores familiares que no tienen remuneración”.
Del análisis del IPYPP destaca un dato alarmante: en Argentina, de cada 100 puestos de trabajo, 85 son de “suma precariedad”. “Estamos hablando de autoempleo, changas, estrategias de sobrevivencia que cubren desocupación”, explicó el economista y diputado nacional mandato cumplido.
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