Redacción Canal Abierto | Tras un duro comunicado, la Unión de Trabajadores de la Tierra manutvo una reunión con funcionarios del Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense a fin de agilizar los programas de reconversión a la agroecología propuestos por la organización campesinas a comienzos de la pandemia y su consiguiente aislamiento social preventivo y obligatorio.
A comienzos de mayo, la organización había lanzado un plan de reconversión del sector floricultor a la agricultura familiar. La implementación de las medidas de aislamiento obligaron a cerrar los mercados de flores y los comercios del rubro, lo que dejó a las familias sin posibilidad de ganarse el sustento diario y sin posibilidades de encontrar otra vía para generar ingresos.
En total, se calcula que la producción de flores generaba el mantenimiento económico a 3000 familias del Gran Buenos Aires.
“El sector florícola y hortícola del cordón platense (La Plata, Florencio Varela y Berazategui) vive una situación estructural que pasan los gobiernos y no se resuelve: somos arrendatarios de por vida, producimos los alimentos y en este momento somos esenciales pero sigue costando que avancen las respuestas estructurales a nuestros problemas como la ley de acceso a la tierra, la implementación de un programa de agroecología, que se está conversamos y esperamos sea acompañado de financiamiento”, señala Rosalía Pelegrini, referente de la UTT, a Canal Abierto.
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“Vivimos la misma crisis que está viviendo el resto del pueblo trabajador: los precios aumentan, es difícil conseguir semillas porque la mayoría son importadas, se vive de manera precaria en casillas de madera… Es algo que venimos contando hace tiempo pero que entendemos que hoy la pandemia pone sobre la mesa que quienes somos esenciales porque producimos alimentos y es cada vez más urgente que resolvamos estos problemas”, agrega.
Cuando se lanzó el programa de créditos mediante el cual la organización entregaba semillas e insumos agroecológicos a ser devueltos en mercadería para los almacenes de la UTT, se planteó como una primera etapa, en la que se esperaba que el Estado tomara cartas en el asunto para poder llegar a un mayor número de familias. Los meses pasaron y el confinamiento continuó sin que esta articulación tomara forma.
Esto no detuvo a la UTT que continuó en la escala posible con el proyecto, llegando incluso a plantearse una nueva etapa en la que esta reconversión no se limitara solo a las familias productoras de flores sino también a productoras de alimentos de manera convencional.
El lunes que viene lanzarán el Programa de impulso a la Agroecología. “Hay familias que pertenecen a la UTT y que siguen trabajado con la agricultura tradicional, por lo que dependen de estos insumos que además de envenenarnos, no se consiguen. Las semillas tampoco se consiguen y está todo en precio dólar”, explica Pelegrini. Al igual que en el caso de los floricultores, la organización entregará semillas cuyo valor será devuelto en mercadería.
“Así se arma un circuito de impulso a la agroecología pero que al mismo tiempo fortalece las plantineras y biofábricas de la UTT, así que de alguna manera nos fortalecemos nuestra propia economía alternativa vinculada a la producción agroecológica”, manifiesta la dirigente campesina.
Y cuenta que “hay que hacer una fuerte planificación, que no sea solamente agroecológica, sino que sea diversa y variada y que tenga que ver con lo que consume hoy la gente”.
En un comunicado lanzado esta semana, la UTT manifestó su malestar con el Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia al no haber obtenido las respuestas esperadas tras las reuniones del mes de marzo. Allí reclamaban asistencia a las 600 familias que se vieron afectadas por el temporal y a las 1000 familias de productores y productoras florícolas, junto con la efectivización del pago de bioinsumos entregados a las familias floricultoras para producir verdura agroecológica.
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Tras la difusión de la misiva, el organismo mantuvo reuniones con referentes de la UTT. “Afortunadamente pudimos resolver parte de los reclamos. Entendemos que hubo una desinteligencia y a veces los tiempos del Estado no son los tiempos del pueblo. Nosotros entendimos que esos acuerdos se tenían que cumplir y por eso hicimos un llamado de atención a través de ese comunicado y acordamos que en el lapso de tres meses se va a poder dar respuesta a la totalidad de lo que se planteaba en ese reclamo, que era una ayuda por el temporal de viento que hubo en el cinturón hortícola platense durante marzo y el pago de los insumos que fueron entregados a familias floricultoras. Eso está encaminado por ahora”, plantea Pelegrini.
Y concluye: “Seguimos insistiendo con la posibilidad de que estas ideas sean transformadas en políticas públicas. Se hizo una primera prueba piloto de entrega a productores por parte del Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia. Entendemos que hay que superar algunas cuestiones burocráticas para que ese tipo de mecanismos puedan estar más aceitados, que la ayuda llegue, los insumos se paguen. Estamos en eso, negociando e intentando que las cosas se den con más facilidad y lleguen los recursos a la gente. Entendemos que desde el Estado se está empezando a hablar de agroecología. Esperamos que eso se traduzca en recursos y financiamiento”.