Redacción Canal Abierto | Dibujos contables, exportaciones sin declarar, créditos multimillonarios sin pagar y maniobras fraudulentas son sólo algunas de las estrategias que la administración Macri-Fraga garantizó a su principal aportante en la última campaña presidencial.
Aunque ya en 2019 para muchos era un secreto a voces, el escandaloso affaire Cambiemos-Vicentin terminó por quedar al desnudo con la investigación que en enero impulsaron las autoridades del Banco Nación. Por aquel entonces salió a la luz una trama secreta de fraudes que debilita -y en algunos casos, fulmina- las finanzas de 2.638 productores, acopiadores, corredores, bancos, empresas competidoras, de servicios varios y organismos del Estado.
Hoy se cumple un año de la presentación en concurso de acreedores de la empresa que más creció durante entre 2016 y 2019 (pasó del puesto 29 entre las 1000 empresas que más facturaban en Argentina, al séptimo lugar en tan sólo una década), y Canal Abierto dialogó con el diputado provincial del Frente Social y Popular que integra la comisión investigadora del caso, Carlos del Frade. “Vicentin es al macrismo lo que el escándalo de las carnes fue a la década infame”, señala.
En esta entrevista, la verdadera historia de Vicentin, las maniobras ocultas que la llevaron a la quiebra, la connivencia estatal y los errores en la estrategia del Gobierno para poner un pie en el mercado de granos.
¿Por qué decís que es importante conocer la historia de Vicentin para entender la trama detrás de la quiebra?
– La historia oficial de Vicentin comienza en 1929, con la instalación de un almacén de ramos generales en el norte profundo de la provincia de Santa Fe. Pero la verdadera historia esconde un negociado como prestamista usurero para luego quedarse con los campos de pequeños productores.
En las décadas que siguieron, la evolución de la empresa contó con el apoyo de un Estado que terminaba siendo un socio bobo y cómplice, sobre todo durante los gobiernos militares: con la dictadura de Juan Carlos Ongania, recibió tierras de forma prácticamente gratuita; en el terrorismo de Estado, estuvo detrás de 22 secuestros y desapariciones (14 de ellos, de delegados gremiales) a cambio de la entrega de un puerto en la ciudad de San Lorenzo. A partir de ese momento, y gracias a la destrucción de la Junta Nacional de Granos y extranjerización de la agroindustria impulsada por el entonces ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz, Vicentin logra dar un salto cuantitativo. También durante la última dictadura, Vicentin toma deuda en dólares que luego terminaría siendo estatizada en 1982 por Domingo Cavallo, en aquel momento presidente del Branco Central.
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En 2001, cuando la empresa ya era una de las principales empresas exportadoras de granos de la Argentina, fugó alrededor de 300 millones de dólares. En los años siguientes también comienza la operatoria de crear empresas off shore en Madrid, Paraguay y otros países del continente. Pero es de la mano del macrismo, en 2018, es que Vicentin se convierte en la principal exportadora, desplazando nada mas y nada menos que a Cargill, Dreyfus y Bunge y Born.
Pese a este fenomenal crecimiento, el 4 de diciembre de 2019 Vicentin declara estar en estado de estrés financiero. Es decir que de un día para el otro, la empresa que había ganado 4 mil millones de dólares en 2018, decía deber 1.350 millones de dólares. Y el 10 de febrero de 2020, Vicentin -o mejor dicho, una de las 30 empresas que conforman Vicentin- se presenta a concurso preventivo de acreedores.
El diputado que integra la comisión investigadora del Caso Vicentin, @delfradecarlos explica cómo se fraguó la estafa. «No tengo dudas de que el jefe de esta asociación ilícita es Mauricio Macri», afirma.
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¿Cómo fue la operatoria que terminó en la quiebra?
– En primer lugar vaciaron Vicentin SAIC -que es la figura con que se presentan al concurso de acreedores- mientras en paralelo construyen Vicentin Family Group. Desde 2014, esta empresa paralela radicada en Uruguay es beneficiaria de acciones y ganancias. Un ejemplo claro es que el día anterior a la cesación de pagos -el 3 de diciembre de 2019- Vicentin vende el 16,6% de las acciones de la principal trituradora de granos del mundo, Renova, en 150 millones de dólares que hasta el día de hoy no se sabe dónde están.
Lo cierto es que entre agosto de 2019 y enero de 2020 Vicentin recibió 791 millones de dólares del Banco Nación a través de 1418 transferencias bancarias. Ese dinero fue fugado inmediatamente a paraísos fiscales por 8 directivos de Vicentin, en complicidad con 19 directivos del Nación y el Banco Central de la República Argentina.
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Estos son solo algunos de los elementos que hoy están en la causa que investiga la justicia penal, y por los cuales ya están inhibidos directivos de la empresa y ex funcionarios del Banco Nación.
Vicentin es al macrismo lo que el escándalo de las carnes fue a la década infame. Es más, yo no tengo dudas de que el jefe de esta asociación ilícita es el ingeniero Mauricio Macri, y creo que este año le van a llegar citaciones a declarar.
«El 4/12/2019 Vicentin declara estar en estado de estrés financiero. Es decir que de un día para el otro, la empresa que había ganado U$D 4 mil millones en 2018, decía deber 1.350 millones», detalla @delfradecarlos, integrante de la comisión investigadora del Caso #Vicentin.
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Veo que tenes esperanza en que avance la vía judicial, ¿qué opinas de la estrateia que ensayó Alberto Fernández y de la posterior marcha atrás?
– En primer lugar hay que decir que este país cacarea como federal, pero es profundamente unitario. Y creo que el caso Vicentin expresa esta carácter. Y no me refiero sólo a la acumulación de riqueza en Buenos Aires, sino a una mirada unitaria.
Creo en la honestidad intelectual del Presidente, pero se equivocó en creer que después del anuncio de la intervención -y estas fueron sus palabras- “lo iban a salir a aplaudir”. En definitiva, ya sabemos lo que pasó: la consigna “Todos somos Vicentin” asustó al Presidente. Entiendo que se trató de una torpeza, producto de un muy mal manejo de la información.
Creo que tendría que haber habido más paciencia, sobre todo porque en aquel entonces no estaba tan avanzada la causa e investigación sobre los delitos que cometieron estos delincuentes de guante blanco.
¿Crees que la marcha atrás fue por temor a un conflicto con el campo como el de 2008?
– Es posible. El problema hoy es que ese temor acarrea múltiples problemas. La estrategia de debilitar a la vieja Mesa de Enlace hace que hoy el Gobierno esté más cerca las grandes empresas de acopio y exportación, que son los grandes promotores de la extranjerización del sector.
¿Qué camino crees que debiera tomar el Estado en relación a Vicentin?
– Si hay una voluntad política de transformar la Argentina, se debe volver a ir por la expropiación para tener una empresa pública testigo en el mercado de comercio exterior. Para los intereses nacionales, hoy es esencial recuperar una empresa como Vicentin, y eso se logra con voluntad política.
De todas formas, creo que el debate en torno a Vicentin es clave en varios sentidos: está vinculado a la generación e ingreso de divisas, pero también a la propiedad de la tierra, al control de los puertos y a la cuestión financiera. En febrero vamos a cumplir 44 años de la ley de entidades financieras que impuso la dictadura, y sin la cual no hubiera sido posible esta y tantas otras estafas monumentales. Es decir que en 37 años de democracia no logramos generar una nueva normativa que impulse una banca para el pueblo, y no para sacarle guita a la gente.
Otra cuestión a recordar que este año se caen las concesiones de la hidrovía Paraná-Paraguay y de los puertos, lo que representa una gran oportunidad para barajar y dar de nuevo. El año pasado, el Alberto Fernández y varios gobernadores se reunieron en Punta Quebracho y convocaron a crear un Consejo Federal de Hidrovía con el 51% de las acciones en manos del Estado nacional y el resto en las provincias. Sin embargo, ese buen anuncio ahora pareciera convertirse en un reparto entre grupos exportadores. Por otra parte, un decreto presidencia reciente dice que la principal vía para exportar los productos que salgan de los puertos del Paraná y del Plata va a ser el Canal de Punta Indio, un canal que está sobre la jurisdicción uruguaya. Nos da la sensación de que esto no es otra cosa que un nuevo paso en el modelo de extranjerización y pérdida de soberanía.
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