Redacción Canal Abierto | Para mediados del siglo XIX, buena parte de Latinoamérica había atravesado revoluciones independentistas que con el tiempo conformarían el mapa político que hoy conocemos. Sin embargo, incluso hoy -a dos siglos de aquellos hitos fundantes- sigue siendo relativa la autonomía nacional al sur del Rio Bravo.
Basta con observar las limitaciones de cada país a la hora de posicionarse en los mercados globales o la división internacional del trabajo, o bien las dificultades financieras producto de diversas instancias de financiarización a lo largo de la historia. Más compleja aún es la colonización intelectual o epistemiológica producto del constante bombardeo de elementos culturales y académicos con origen en la Europa central y occidente y en los Estados Unidos.
Es sobre esto último que investiga el sociólogo portorriqueño, Ramón Grosfoguel, uno de los intelectuales que hace tiempo viene impulsando lo que dieron en llamar “giro decolonial”, corriente que cuestiona a fondo el actual paradigma civilizatorio occidental.
En esta entrevista con Canal Abierto, el docente de la Universidad de Berkeley desarrolla su teoría e insta a repensar categorías propias de la realidad latinoamericana para crear “un mundo donde otros mundos sean posibles, pero en el que éste se vuelva imposible”.
El giro (de) colonial
“A dos siglos de los procesos independentistas, la dominación colonial continúa”.
“En su primera etapa, la expansión colonial europea se articuló detrás de la cristiandad como ideología central; luego seculariza esa narrativa en un cientificismo moderno. En el siglo XIX las elites criollas de las periferias encabezaron revoluciones anti imperiales que lograron independencias sin descolonización. Hablamos de neocolonialismo porque el racismo, el patriarcado y el sistema económico persistió en esas nuevas naciones”.
“Este proyecto genocida, ecologicida, epistemicida y destructivo de la vida atravesó al mundo entero para principios del siglo XX”.
“La Revolución Francesa, por ejemplo, fue un proyecto que se concibió para poblaciones blancas: libertad, fraternidad e igualdad, pero para ellos. Cuando eso se extrapola a las periferias y los sujetos considerados inferiores, como en la Revolución haitiana, el proyecto colapsa”.
Pensar Latinoamérica, desde Latinoamérica
“La reivindicación que hoy se hace de Bolívar en Venezuela y de Martí en Cuba, es muy distinta a la que en su momento hicieron las elites criollas”.
“Hay un Mariategui, que era marxista pero no agarró el panfleto soviético para implementar en estas tierras pensó categorías propias a partir de las realidades propias de América Latina. Eso le costó el rechazo de la Internacional comunista”.
“La universidad latinoamericana es muy eurocéntrica, ignora a aquellos pensadores que produjeron teoría crítica sobre nuestros problemas y desde nuestros territorios”.
“Acá hay realidades muy diferentes a las que teorizaron los marxistas europeos del siglo XIX”.
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“El pensamiento crítico latinoamericano ha sido inferiorizado, no logramos mirar nuestras realidades desde nuestros propios lentes”.
“No es que no se haya producido teoría propia, es que no se la toma enserio. Por ejemplo, uno de los filósofos más importantes a nivel global es un argentino prácticamente desconocido en Argentina: Enrique Dussel. ¿Por qué no se lo lee en las universidades de aquí? Porque no es Foucault ni Derridá, no es un occidental europeo”.
“No importa si el pensamiento es de izquierda o de derecha, la epistemología moderna por excelencia siempre viene de Francia, Alemania, Inglaterra, Estados Unidos e Italia. Son sólo cinco países con el 12% de la población mundial que exportan la teoría política hacia todo el globo. Cuando se extrapolan directamente a nuestros territorios, estamos viendo otra película. Las realidades históricas y sociales latinoamericanas requieren de teorías propias para encarar la liberación de nuestros pueblos”.
El cambio
“Vivimos en una civilización que está destruyendo la vida a escala planetaria”.
“No alcanza con ser anti capitalista, hay que construir un nuevo proyecto civilizatorio que afirme la vida”.
“El socialismo del siglo XX se quedó en la lucha económica sin abordar el racismo, el patriarcado, el ecologicidio, etc. Y por ende, no terminó destruyendo las estructuras que reproducen el capitalismo”.
“No hay descolonización política y económica sin descolonización cultural y epistemológica. Esto significa luchar contra jerarquías de dominación externas, pero también con las internas. Es decir, con aquello que conquistó nuestros corazones, mentes y hábitos internalizados”.
“Un mundo donde otros mundos sean posibles, pero donde éste se vuelva imposible”.
Entrevista: Diego Leonoff
* Referente de la perspectiva descolonial a nivel internacional, la cargada agenda durante su paso por Argentina incluyó actividades como el ciclo “Pensamiento político y descolonización” convocado por el Instituto de Estudios y Formación (IEF) de la CTA Autónoma, ATE Universidades y la Universidad Pedagógica Nacional. El domingo 15 de mayo también encabezó la charla “Pensar nuestra América con categorías propias”, en el marco de las actividades de la editorial Ciccus en la Feria del Libro de Buenos Aires.