Redacción Canal Abierto | Según un informe del Observatorio Argentinos por la Educación, la inversión nacional en educación en 2025 será del 0,88% del PBI, por debajo de lo invertido en 2024 (0,91%) y 2023 (1,48%).
Siempre y cuando el Congreso apruebe el proyecto de Presupuesto 2025, la inversión prevista para el área será la menor en una década (el pico del gasto educativo fue en 2015, con un 1,59%).
De esta manera, estaríamos frente a un nuevo hachazo sobre la educación, que en 2024 ascendió el 40,2% respecto de 2023 (el recorte más importante desde 1992). En la misma comparativa, se observa que solo aumentaron de manera significativa los recursos públicos para Trabajo (+115,8%) e Inteligencia (+32,2%).
La reducción también es notable cuando se observa la participación de Educación en el total de partidas: recibió el 6,36% en 2023, el 4,60% en 2024 y para 2025 está previsto el 5,12% (la mitad de lo asignado para el pago de la deuda externa: 10,06%)
“A la universidad sólo van los ricos”, “son chorros, no quieren que las auditen” o “adoctrinan, son violentos” fueron algunos de los recursos retóricos con los que Milei y compañía buscaron deslegitimar las protestas universitarias.
Luego, ante el avance de las tomas en todo el país y alertado por el impacto del conflicto en las encuestas, el propio Presidente salió a bajarle el tono a la disputa: “la universidad va a seguir siendo pública y no arancelada, eso no se toca”.
Al no poder cerrarlas, ¿se sincera la estrategia de ahogarlas?