Redacción Canal Abierto | “Con esta devaluación lo que están haciendo es equilibrando el sector externo, pero lo que se desequilibra es lo social. El 80% de la población lo que vamos a empezar a sentir es la caída de nuestro poder adquisitivo, la capacidad de comprar cosas, de hacer cosas, ni qué hablar de viajar. Eso va a hacer un impacto que se va a sentir claramente en el segundo semestre del año”.
Ricardo Aronskind es economista, investigador y docente en la Universidad Nacional de General Sarmiento y en la Universidad de Buenos Aires. Y su diagnóstico vaticina un segundo semestre que, lejos de los brotes verdes que el macrismo siempre promete, será de una contracción notoria incluso para algunos sectores medios que no han sufrido, hasta ahora, los coletazos del ajuste.
Mientras muchos se preguntan cómo llegamos hasta aquí, otros se arrepienten de su voto y algunos ven el futuro leyendo libros de Historia, Aronskind propone un desafío para los defensores de modelos económicos populares que cíclicamente ven a la Argentina virar hacia recetas ortodoxas.
“Los grandes fracasos económicos los protagonizan los gobiernos de derecha. Así termina (Alberto) Martínez de Hoz y la dictadura, así termina el menemismo, y así estamos con este gobierno–recuerda-. La derecha fracasa en lo económico, pero es exitosa en lo político. Y ese es el gran interrogante que tienen que contestar las fuerzas populares. Da la impresión de que la derecha avanza en transformaciones que quedan permanentemente mientras que los gobiernos populares no pueden producir esas mismas transformaciones de fondo”.
Para Aronskind, la crisis que enfrenta el país tras dos años y medio de gestión Cambiemos descansa sobre una concepción que considera que lo importante de la economía “no está en la producción sino en las finanzas”. “Han puesto en marcha un modelo en estos dos años y medio donde la gran ganancia, aquel empresario que quiere ser realmente exitoso tiene que comprar Lebacs, no producir nada. Aquel que produce algo, es un tonto”, explica.
¿Cómo se sale de esto? ¿Hay modelos alternativos? ¿Es posible una economía que no esté atada al dólar? Las respuestas, en esta entrevista.