Redacción Canal Abierto | Existe en el imaginario colectivo la idea de una Argentina inestable, imprevisible y caótica, donde las políticas económicas suelen oscilar entre extremos antagónicos.
Este “péndulo” es el objeto de estudio de una investigación reciente de Valeria Arza y Wendy Brau. Las economistas analizaron pormenorizadamente las gestiones de cada uno de los 59 ministros de economía desde 1955 hasta fines de 2018, en siete áreas: fiscal, monetaria, cambiaria, comercial, de capitales, privatizaciones y regulatorias.
“Identificamos unas 370 medidas que clasificamos en `alineada´ o `no alineada´ con las recomendaciones de las instituciones internacionales de financiamiento (FMI o Banco Mundial, por ejemplo). Así, de los 63 años analizados, en más de la mitad encontramos que se implementaron medidas económicas de orientación ortodoxa contra 26 años de orientación heterodoxa. Para los 5 años restantes las políticas en distintas áreas se contradecían en su orientación, y por lo tanto las llamamos `mixtas´”, explican Arza y Brau en esta entrevista con Canal Abierto.
“En todo el periodo encontramos 16 cambios bruscos de rumbo, de los cuales 9 se dieron al interior de un mismo gobierno”, cuentan las economistas, y agregan: “otro dato relevante que encontramos es que la aplicación de políticas heterodoxas u ortodoxas fue independiente del signo político. Si bien hay mayor frecuencia entre la relación entre espacio políticos y planes económicos, observamos cómo peronistas o radicales y aliados aplican una u otra orientación. En promedio, los regímenes militares tendieron a adoptar planes más ortodoxos que los democráticos”.
Sobre las consecuencias de estos cambios bruscos de rumbo en materia económica, no dudan en reconocer su efecto negativo en el desarrollo económico. “Los periodos de mayor ortodoxia se asocian a caída salarial y menor crecimiento del PBI y PBI per capita, independientemente del partido que esté en el gobierno”.
Entrevista: Diego Leonoff (@leonoffdiego)