Redacción Canal Abierto | Tras una reunión con la titular de la ANSES, Fernanda Raverta, el presidente de la Nación comunicó que el primer incremento de las jubilaciones, pensiones y las asignaciones será del 12,28% y se aplicará en marzo.
“Todas las jubiladas y jubilados empezarán el año ganándole a la inflación”, sostuvo Alberto Fernández durante el anuncio. Y agregó que el aumento “supera en 2,4 puntos porcentuales al que se hubiese otorgado en el mismo período con la fórmula de la gestión anterior”. Con ese incremento, el haber jubilatorio mínimo ascenderá a $32.630,40, lo que significa un 132% por encima de las jubilaciones de diciembre 2019, cuando asumió su mandato.
El cambio en la fórmula de movilidad jubilatoria fue uno de los ejes de diferenciación con la gestión de Mauricio Macri, quien había impulsado otra forma de calcular los incrementos —aprobada en diciembre de 2017— que había ocasionado un deterioro de los haberes de más del 20%.
De marzo a diciembre de 2020, la gestión del Frente de Todos suspendió la fórmula macrista e impuso aumentos por decreto hasta que se aprobó la fórmula nueva a fin de ese año. Ésta ajusta los haberes en forma trimestral con un índice que combina por igual recaudación de ANSES y variación salarial, y en ese momento fue criticada porque establece un techo para los aumentos pero no un piso, lo que podía provocar un deterioro frente a la inflación.
A un año de la modificación, el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), fundado por Claudio Lozano, realizó un análisis del gasto jubilatorio de 2021, que tuvo un aumento nominal del 42% respecto del año anterior (con los $3.709.542 millones). Pero la evolución de precios el año pasado fue del 50,9%, lo que “produjo un deterioro real del 6% de la masa de ingresos pagada en esta función del gasto público”, sostiene el informe. Y agrega: “En términos de la relevancia en el PBI, el gasto previsional perdió 1,5 puntos porcentuales”.
Balance del primer año
Sin embargo, detalla el IPyPP, al analizar la evolución real entre diciembre de 2021 e igual mes de 2020, se verifica un aumento de las jubilaciones de casi el 52,7%, que permitiría una recuperación real del 1,2%.
Para establecer si los jubilados perdieron o ganaron, el organismo propone descomponer el monto en las cuatro fechas de movilidad (marzo, junio, septiembre, diciembre) y compararlas con la evolución de los precios en cada período. Así, “es posible decir que, de los doce meses del año 2021, sólo uno (el último) refleja una variación interanual positiva respecto al poder adquisitivo de los haberes”, asegura el informe.
Pese a los bonos extraordinarios que se pagaron en abril, mayo, agosto y diciembre, los haberes no lograron recuperarse en relación a los precios.
“Considerando la primera mitad de la gestión del Frente Todos, el recorte se concentra en el año 2021, ya que el 2020 mantuvo un comportamiento favorable en términos de inversión previsional. Más aún, esta pudo recuperarse en un 3% respecto al 2019”, afirma el IPyPP.
Y concluye: “Cuando se extiende la frontera de análisis sobre un intervalo temporal mayor, al menos dos años más, para considerar también el ajuste previsional experimentado en los dos últimos años del gobierno de Macri, queda claro que el punto de partida de la inversión en jubilaciones es extremadamente bajo. El recorte de los cuatro años que recorren el período 2017-2021 acumula una pérdida del 21,6% siendo el año 2018 el golpe más duro para este concepto del gasto público con un 14% de caída. Frente a este escenario, sostener los haberes y la inversión previsional al menos en línea con la inflación es un objetivo de mínima ineludible a garantizar”.