Redacción Canal Abierto | Al filo de fin de año, una nueva filtración de chats privados del ministro de Seguridad y Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Marcelo D’Alessandro, desataron un escándalo mayúsculo en el corazón de la Justicia: la Corte Suprema.
¿Qué decían esos chats? ¿Qué implicancias tienen para la ciudadanía? ¿Qué razones hay para el juicio político a Horacio Rosatti? ¿Cuál es su relación con la filtración anterior, que desnudó un encuentro en Lago Escondido que los funcionarios implicados trataron de negar? ¿Quién y por qué está filtrando los chats?
A continuación, lo que hay que saber sobre el hecho, en un breve punteo de respuestas.
1. El jueves 29 de diciembre de 2022 se publicaron en el sitio Dalessandrochats.com las conversaciones privadas entre el ministro de Horacio Rodríguez Larreta y diversos actores de la política y la Justicia.
2. El más escandaloso es el chat que D’Alessandro mantiene con Silvio Robles, hombre de confianza del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti. En las conversaciones que van desde el 9 de noviembre hasta el 1 de diciembre, Robles lo instruye sobre cómo tenían que proceder y los argumentos que debían dar los senadores de Juntos por el Cambio para no participar de la sesión para revalidar la lista de los funcionarios que integrarían el Consejo de la Magistratura, en el que el lugar del senador del PRO, Luis Juez, estaba en disputa.
También le avisa que se había desestimado la recusación que el gobierno nacional había iniciado contra Rosatti en el caso de la coparticipación de la Ciudad. El motivo fue un cumpleaños de 15 al que Robles asistió en compañía de D’Alessandro, lo que evidenciaba su amistad de vieja data. Finalmente, le explica cómo proceder en relación a esa causa, asunto clave entre el Ejecutivo nacional y el porteño, al que pertenece D’Alessandro y que la Corte terminó resolviendo a favor de este último, por el 2,95% de la masa de impuestos coparticipables.
3. Otro de los chats privados del ministro de Seguridad porteño es con el empresario Marcelo Violante, vinculado al negocio de las grúas (desde 1990) y de 14 playas de estacionamiento en la Ciudad. En las conversaciones con D’Alessandro —que arrancan en 2019—, le pide que interceda para que su amigo, Rubén Hugo Laghezza, no tenga que hacer una probation por la clausura de una playa porque “a la grúa se le cayó el carrito que remolca autos y lesionó a una mujer”. El funcionario de Larreta da a entender que intercedería ante la fiscalía a cargo de Carlos Rolero y luego hay un intercambio de chats donde Violante habla de un dinero en efectivo que le dejaría en sobres a alguien de confianza de D’Alessandro: “No pude juntar todo. Te juro que antes de fin de mes te integro el 100%. Ahora tengo 60 verdes y te traje los 50 de Claudio que hace rato no te mandaba”. También le pregunta sobre negocios para proponerle a “Horacio” y ayuda en licitaciones para instalar más playas de estacionamiento en territorio porteño.
4. La filtración se completa con intercambios de mensajes entre D’Alessandro y Silvia Majdalani, ex subdirectora de la Agencia Federal de Inteligencia —donde ella le sugiere “no poner el cuerpito cuando pasan las balas”—, con el fiscal Augusto Troncoso —quien recientemente remitió a Diputados un informe contra el legislador Gerardo Milman, némesis de D’Alessandro—, y con una deleted account (cuenta borrada), que sería del ex fiscal de Mercedes Juan Ignacio Bidone, suspendido y condenado por integrar la banda del falso abogado Marcelo Sebastián D’Alessio. En los mensajes, que arrancan en 2015, se evidencia la relación entre Bidone y Cristian Ritondo, entonces ministro de Seguridad bonaerense. La charla, entre otras cosas, habla de la intención del ex fiscal de quedarse con la oficina de “Observaciones Judiciales”, que se encarga de las escuchas, cuando volviera a la AFI.
5. Cuando se conocieron las conversaciones, el ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, tuiteó: “Los chats entre D’Alessandro –ministro de Seguridad de Larreta– y Silvio Robles –mano derecha del ‘supremo’ Rosatti– confirman lo que siempre denunciamos: esta Corte Suprema dejó de hacer justicia para hacerle favores políticos a Juntos por el Cambio a través de sus fallos”. Y continuó: “Obligan a las provincias a financiar la campaña de Larreta, garantizan la persecución al peronismo, paralizaron el Consejo de la Magistratura para blindar a jueces puestos a dedo y pergeñaron con JxC el bloqueo del Congreso de la Nación. La Corte Suprema de Macri no es compatible con la democracia”.
6. Inmediatamente, el bloque de senadores del Frente de Todos anunció que presentaría una denuncia penal a raíz de lo que describieron como el “mayor escándalo judicial de la historia de la democracia argentina”. “La impunidad, la promiscuidad y la intromisión inconstitucional en los poderes del Estado le han puesto una pistola en la cabeza a la democracia. Ya no solo comparten equipos de fútbol en la casa de Mauricio Macri, fiestas de cumpleaños, viajes ocultos de ‘placer‘, sino que ahora es el propio presidente de la Corte a través de su vocero que asesora y les allana el camino para favorecer con sus fallos a los representantes de la hoy oposición”, afirmaron.
7. Finalmente, el presidente Alberto Fernández anunció que impulsará junto a los gobernadores un juicio político a Rosatti. El pedido es para que “se investigue su conducta en el desempeño de sus funciones” tras la cautelar dictada a favor de CABA en la causa por la coparticipación, ya que los mensajes revelan “el vínculo escandaloso entre parte de la política y la justicia”.
8. Por su parte, Juntos por el Cambio rechazó el juicio político contra Rosatti, al que describió como “maniobras desesperadas contra la Justicia” que “evidencian una vez más que el único objetivo de este gobierno es la búsqueda de impunidad” y “tener una justicia sometida”. Con eso, avisó que no prestaría los votos para realizarlo, ya que para que prospere se requieren mayorías especiales de dos tercios tanto en Diputados como en Senadores, algo que el oficialismo por sí mismo no tiene.
9. La filtración se suma a otra, del mismo teléfono de D’Alessandro, con la que arrancó diciembre. Allí aparecía una conversación entre jueces federales, directivos del Grupo Clarín, el jefe de los fiscales de CABA, el propio ministro porteño y un empresario con pasado en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en la que coordinaban para difundir una versión falsa que justificara su participación en un vuelo privado a Bariloche más una estadía de lujo en la estancia del magnate Joe Lewis, al parecer pagada por el Grupo Clarín, que había sido revelada por Página/12.
Los presentes en el chat eran Julián Ercolini (Juzgado Federal 10); Pablo Yadarola (Penal Económico 2); Pablo Cayssials (Contencioso Administrativo 9); Carlos Mahiques (sala II de Casación Penal); el procurador de CABA Juan Batista Mahiques; el director de Asuntos Legales e Institucionales del Grupo Clarín, Pablo Casey; el CEO del multimedios, Jorge Rendo; y el propio D’Alessandro.
10. Las sospechas sobre los responsables de la filtración hablan de fuego amigo. Al parecer, se enmarca en la encarnizada interna del PRO entre Horacio Rodríguez Larreta, a quien responde D’Alessandro, y Patricia Bullrich. En ese entramado, la publicación de los chats no sería otra cosa que el vuelto que Milman, segundo de Bullrich, le cobrara a D’Alessandro luego de que éste permitiera que un asunto que comenzó en un control de tránsito derivara en la revelación de que Milman cobraba como asesor de una empresa proveedora de servicios al Ministerio de Seguridad de CABA, mientras formaba parte de la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados. El tema le valió una causa por dádivas y malversación de fondos públicos, además de su caída en desgracia y un deterioro en la imagen presidenciable de su jefa.