Redacción Canal Abierto | Este mediodía, los jueces Alejandra Ongaro, Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora determinaron la responsabilidad penal de las acusadas, Magdalena Espósito y Abigail Páez.
Ambas fueron encontradas culpables por el homicidio de Lucio Dupuy. Abigail Páez, novia de la progenitora del niño, fue condenada además por abuso sexual agravado pero se absolvió a la madre de ese cargo.
El Tribunal de Audiencia de La Pampa leyó la sentencia sin la presencia de las acusadas en la sala y la pena se conocerá el 13 de febrero.
El caso
Lucio Dupuy tenía cinco años cuando la madre Magdalena Espósito y su pareja Abigail Páez lo mataron.
Ambas están presas desde que llegaron con el niño muerto a la guardia del Hospital Evita de Santa Rosa el 26 de noviembre de 2021. Al cargo de homicidio calificado se sumó el abuso sexual gravemente ultrajante porque a Lucio también lo violaron.
Pese a la resolución del Tribunal, los investigadores pudieron comprobar que por al menos 15 meses Lucio sufrió vejaciones, golpizas y violaciones.
La tortura
A pocos días de comenzar a vivir con su madre, Lucio comenzó con las repetidas visitas a los hospitales. El 15 de diciembre del 2020 fue atendido en el Hospital Evita de Santa Rosa por traumatismos en miembro superior. Tres días después, volvió a ser atendido en el Hospital Molas por fractura de muñeca y mano.
El 22 de enero ya del 2021, fue atendido en una posta de salud del barrio Río Atuel, nuevamente por un traumatismo en uno de sus brazos. El 1 de febrero ingresó otra vez al Hospital Evita de Santa Rosa por traumatismos en el cuerpo. Menos de dos meses luego de esa atención, el 23 de marzo, volvió a entrar al Evita por deformidad en un dedo a raíz de una fractura ósea porque alguien le había tirado el dedo para atrás hasta rompérselo.
Las torturas que sufrió Lucio quedaron acreditadas en el expediente con pruebas sumamente claras como la autopsia.
Fallaron todos
Ni los profesionales que lo atendieron repetidas veces ni las personas que conocían la realidad de este niño hicieron algo para frenar un crimen que era evitable. Hoy, al absolver a su madre del delito de abuso sexual, la Justicia también hizo oídos sordos al calvario que Lucio atravesó con tan sólo 5 años.
El sistema falló por todos lados.