Redacción Canal Abierto | Luego de una tensa jornada en Diputados por la ratificación del veto de Milei al aumento a los jubilados, el Gobierno tuvo su jueves negro en el Congreso… y en los medios amigos.
Es cierto, la maratónica sesión arrancó con un premio consuelo para el oficialismo, la aprobación de la Boleta Única de Papel. De todas formas, deberá volver a la Cámara Baja para convalidar o rechazar los cambios al proyecto inicial.
Más tarde, ya bien entrada la noche, el Senado sancionó la Ley de Financiamiento Universitario. Si el Presidente no cumple la amenaza de voltear por decreto la norma, establece un alivio a la profunda crisis financiera que enfrentan las casas de altos estudios y los salarios. Según estimaciones del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), los trabajadores universitarios perdieron entre el 35 y el 55% de poder adquisitivo.
En concreto, la ley plantea una actualización de las partidas presupuestarias –congeladas a valores de 2023- en función del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Establece, además, la recomposición salarial docente y no docente conforme a la inflación relevada por el INDEC.
Desde el Ejecutivo anticipaban la derrota, pero no de esa magnitud: fueron 57 votos a favor contra solo 10 en contra y una abstención.
La verdadera sorpresa legislativa y golpe de knockout vino después, con el rechazo al Decreto de Necesidad y Urgencia que otorgó $100.000 millones para la flamante Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE). De esta manera, el Senado ratificó lo resuelto en Diputados, volteando el DNU y convirtiéndolo en el primero en ser desactivo desde la ley de 2006 que los regula.
No fue, sin embargo, la oposición ni el Congreso quienes propinaron el mayor dolor de cabeza de la jornada para el Gobierno. En la pantalla de los canales oficialistas TN y La Nación+, los periodistas Eduardo Feinmann y Joni Viale denunciaron la operación orquestada por el ministerio de Seguridad para encubrir al policía que gaseó a una nena de 10 años.
Todo comenzó con el video difundido por el jefe de la Policía Federal Argentina, Luis Alejandro Rollé, y ratificado en vivo por la número dos de Patricia Bullrich, Alejandra Monteoliva, en el que se observaba a una persona de civil como responsable del ataque.
Durante horas, ambos medios pasaron en loop y hasta el cansancio las imágenes, confirmando la entonces versión oficial. A las pocas horas, los conductores recibieron el registro que exponía al verdadero responsable del ataque, un efectivo de la fuerza federal, lo que provocó la ira y hasta un pedido renuncia de Feinmann.
“Espero que el señor Presidente los eche a todos. A mí no me van a enchastrar, ni a mí, ni a mi equipo, ni a este canal. No nos van a usar para hacer una operación burda, asquerosa, de fake news. Y si la ministra quiere salir al aire, que salga. Y si tengo que putearla, lo voy a hacer. Porque son unos mentirosos, porque no se juega ni con nosotros ni con la niña”, embistió el conductor.
A la postre, el periodista de La Nación+ llamó en vivo a Bullrich para que diera explicaciones. La debilidad de los argumentos enfureció aún más a quien suele oficiar de vocero extraoficial: “¿Sabe quién mandó el video? Alejandro Rollé, su jefe de policía”.
Acorralada, la ministra le soltó la mano al mandamás policial, cuyo cargo pende de un hilo por estas horas: “voy a hablar con él”.
Por su parte, Joni Viale reconoció su responsabilidad en la difusión de fake news y apuntó contra las autoridades: «El video a mí me lo manda el jefe de la Policía, que se llama Luis Rollé. Yo lo chequeo con la viceministra, Alejandra Monteoliva, quien me dice que estaba totalmente confirmado. Confié en la versión oficial y fue un error».