Redacción Canal Abierto | Si hay algo que distingue al gobierno de Cambiemos es su inclinación a medir constantemente la temperatura de la opinión pública. Gobernar mirando las encuestas es, al mismo tiempo, una característica que le aplauden sus defensores y denostan sus detractores, pero nadie niega. Desde que el caso Maldonado se volvió parte de la agenda mediática empujado -quizá por primera vez en la historia política argentina- por la presión social ejercida a través de las redes, las encuestadoras se esmeran en medir cómo impactará la desaparición del artesano en las preferencias electorales que se definirán este domingo. Desde este martes, cuando un cuerpo sin vida apareció en el Río Chubut, fue el mismo Gobierno el que comenzó a encuestar.
“Primero hubo un sondeo el mismo martes a la noche, no amplio. Y ayer se decidió un sondeo amplio, básicamente en provincia”, sostuvo el periodista Marcelo Bonelli en TN de 6 a 10 en referencia a las encuestas telefónicas que comenzaron a sonar en las líneas fijas de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires por consejo de Durán Barba.
Encuesta telefónica «amplia»
El sondeo “no amplio» que menciona Bonelli consta de una sola pregunta vinculada al caso que reza: “Usted diría que a partir de lo sucedido, ¿le dan más ganas de votar a los candidatos de Cambiemos, del gobierno nacional; le dan menos ganas; no influye; o no sabe?”.
Los sondeos más amplios van al hueso: indagan sobre la responsabilidad que el encuestado le asigna al Gobierno en la desaparición de Santiago Maldonado, sobre su percepción en relación a cuánto está haciendo el oficialismo para esclarecer el caso, y tantea si el ciudadano ve o no a la Gendarmería como principal implicada. Además le consulta si cree que “lo que se busca es beneficiar o perjudicar al gobierno de Macri”, y si al hecho de que haya aparecido el cuerpo sin vida a cuatro días de las elecciones lo juzga como “una casualidad” o como un hecho que “tiene alguna intencionalidad política”.
Encuesta telefónica «no amplia»
También revisan qué piensa sobre el accionar del Gobierno, la Gendarmería, la Justicia y hasta de los mapuches en la búsqueda del joven. Todas esos preguntas tienen una formulación idéntica, como si se tratase de entidades equivalentes con responsabilidades equiparables. Finalmente, una encuesta formula el interrogante fatal: “¿Quién es el principal responsable de la desaparición y posible muerte de Santiago Maldonado?”, cuyas respuestas posibles son “el gobierno nacional”, “grupos de protesta mapuche”, “Gendarmería”, “fue un accidente, se ahogó”, “otros”, o “no sabe”.
El encargo de estas encuestas surge después de la polémica burla que Elisa Carrió, la candidata a diputada nacional por Vamos Juntos –la versión porteña de Cambiemos- soltó a poco de conocerse que había aparecido el cuerpo. “Como Walt Disney”, bromeó sobre su estado de congelamiento.
Al día siguiente del macabro hallazgo, el presidente Mauricio Macri viajó a Uruguay para participar de la Conferencia Mundial de la Organización Mundial de la Salud sobre las Enfermedades No Transmisibles. Desde allí dijo: “Argentina está viviendo situaciones especiales y una semana particularmente compleja”, sin mencionar a Santiago. La omisión no es casual: durante el primer mes de la desaparición forzada del joven, el Presidente evitó el tema y su imagen positiva subió. Con ese antecedente, Carrió fue llamada enfáticamente a hacer silencio de radio hasta las elecciones.