Redacción Canal Abierto | Tras casi cuatro meses de huelga y medidas cautelares, a mediados de octubre la justicia planteó la nulidad de la mecánica aplicada en los 357 despidos y ordenó la reincorporación de 260.
De esta manera, los trabajadores torcían el brazo del Directorio encabezado por Rodolfo Pousá, Ricardo Carpena y Pablo Ciarliero -a instancias del ex ministro Hernán Lombardi- y daban cierre a una primera instancia del conflicto.
Luego, y pese a que los trabajadores pusieron su fuerza de trabajo a disposición de la empresa, las autoridades macristas volvieron a penalizar el derecho a huelga. Por tercer mes consecutivo, aplicaron descuentos en los salarios del personal que no había sido despedido pero que, en cumplimiento de los mandatos de asamblea, sostuvieron el paro y la ocupación de las dos sedes, y se negaron al carnereo que proponía la empresa.
Además de un atropello inconstitucional –en el artículo 14 bis consagra el derecho a la huelga-, los recibos de sueldo reflejan situaciones irrisorias, con deducciones que superan incluso el sueldo básico.
“Ante eso, se hace necesario contar con la solidaridad de todo el gremio para fortalecer el fondo de huelga y atenuar de este modo la absurda represalia que practican funcionarios que lo único que demostraron durante todo el conflicto fue su inoperancia para hacer funcionar un servicio de altísima calidad profesional”, señala un comunicado del sindicato de prensa SIPREBA.
A continuación, el gremio invita a realizar un aporte solidario vía transferencia bancaria a la cuenta Banco Hipotecario CA N°452.000 1320 2285-1; CBU: 0440052-34000013202285-1 y CUIT: 30-71036418-0.
Hace casi dos meses, el 26 de junio, las autoridades de la agencia oficial de noticias anunciaron los 357 despidos, es decir el 40% de los trabajadores. Desde entonces, la mayoría de los puestos jerárquicos no volvieron a pisar la sede de la agencia.
Con el feroz recorte, quedaron secciones enteras sin trabajadores y dejaron desiertas las corresponsalías en varias provincias.
La excusa oficial ha variado dependiendo del funcionario entrevistado. En todos los casos, sin embargo, las declaraciones fueron poco felices y oscilaron entre acusar a los despedidos de malos profesionales o sostener que practicaban militancias partidarias opuestas a la gestión.
Desde entonces, los trabajadores vienen protagonizando una lucha por la reincorporación del total de los cesanteados y contra el vaciamiento de la agencia. El conflicto incluyó el cese de actividades, la permanencia pacífica en el edificio, masivas movilizaciones, campañas de difusión y actividades artísticas e incluso distintas vías judiciales.
A la falta de argumentos y predisposición para el diálogo del Gobierno, esta semana se sumó un intento de amedrentamiento: los trabajadores, al momento de ingresar a la agencia, se encontraron con un nutrido grupo de agentes de seguridad en las puertas de la sede estatal. Sin identificación y en actitud desafiante, los matones buscaron impedir el ingreso.