Redacción Canal Abierto | Desde que comenzó su gestión, Macri puso en venta 87 inmuebles públicos en todo el país.
Durante el primer año de mandato, los casos que más trascendieron por el uso y venta de tierras e instituciones estatales fueron:
- El Tiro Federal, con la finalidad de transformarlo en un polo de la innovación, financiado con la venta de una parcela sobre Libertador, donde se habilitó la construcción de torres. Hoy, se realizará la subasta pública de este terreno que se encuentra entre los más caros de la ciudad de Buenos Aires: son dos manzanas, ubicadas en la Avenida del Libertador y Udaondo, en el barrio porteño de Núñez, con una base de $4.762 millones (cerca de USD 129 millones).
- El Campo Argentino de Polo, para entregarlo a desarrolladores inmobiliarios
- El Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard), con la excusa de trasladarlo y obtener más de US$1.000 millones sólo en la venta de terrenos.
- La cárcel de Villa Devoto, fundada en 1927 y que aloja a más de 1.600 convictos. La venta de una parcela del predio que ocupa una manzana serviría para pagar su traslado Marcos Paz, quedando el resto a disposición inmobiliaria luego de efectuarse la mudanza.
- El predio de laTV Pública, tasado en US$ 45 millones, ubicado en el barrio de Recoleta, y puesto a remate.
- El Complejo Polivalente Hospitalario Sur. El plan pretende trasladar los hospitales monovalentes de gastroenterología, Hospital Udaondo (Caseros 2061); de rehabilitación respiratoria, María Ferrer (Finochietto 849); de oncología, Marie Curie (Parque Centenario); y el Instituto de Rehabilitación Psicofísica (IREP, en Núñez) al predio que hoy ocupa el Hospital Muñiz.
- El playón ferroviario de Colegiales, que pertenece a la línea General Mitre. Es uno de los últimos grandes terrenos que existe en Colegiales con capacidad de convertirse en un espacio verde. Desde hace años los vecinos reclaman se convierta en parque. Sin embargo, Cambiemos busca utilizar el predio.
- El local ubicado en Triunvirato y Roosevelt, donde funciona la Asamblea de Villa Urquiza, creada por los vecinos en 2002 para brindar servicios a la comunidad. En un intento de desalojo, los integrantes de la asamblea resistieron el avance de los oficiales.
En la actualidad, la legislatura porteña dio aprobación inicial al código urbanístico. Desde que se supo que se tratarían las modificaciones, se propusieron iniciativas para poder discutir los nuevos cambios de manera participativa. Sin embargo, desde el Gobierno de la Ciudad decidieron hacer oídos sordos al reclamo de los vecinos de diferentes barrios que se encuentran organizados para enfrentar el negocio inmobiliario de Cambiemos.
La Legislatura y el Poder Ejecutivo no cumplieron con la convocatoria y realización de la audiencia pública obligatoria, tal como lo establece el art. 63 de la Constitución de la Ciudad. Esta audiencia pública debió realizarse “antes del tratamiento legislativo” y geográficamente en cada comuna. Tampoco hubo participación real de los consejos consultivos comunales ni de los vecinos en las diversas reuniones convocadas por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Legislatura. Por lo que el nuevo Código Urbanístico se impone sin hacer un diagnóstico previo de la situación de los diferentes barrios.
Saavedra
El pasado viernes, en el barrio Saavedra, los vecinos se organizaron y se manifestaron frente al Parque Sarmiento ya que argumentan que el avance sobre este espacio, implica además no solo dejar de lado el espacio público y el uso efectivo, si no que también la tierra absorve las inundaciones y “todo lo que se cemente es un peligro”, explican.
En este mismo sentido, reclaman que no existe un Código Ambiental en el que se piensen efectivamente los espacios verdes de modo planificado.
En el Parque Sarmiento el Gobierno de la Ciudad quiere construir un estadio de rugby y a la vez, trasladar el Insituto Superior de Educación Física Nº 1 a ese predio. Sin embargo, los trabajadores del establecimiento aseguran que se trata de “un espacio nuevo, y en perfectas condiciones que pretenden tirar abajo en pos de un negocio inmobiliario”.