Redacción Canal Abierto | Las salas destinadas a pacientes con coronavirus del Hospital Garrahan de la Ciudad de Buenos Aires tienen una ocupación del 100%, mientras crece el número de niños internados en su terapia intensiva.
De los más de 1000 pacientes con Covid-19 que pasaron por el centro pediátrico desde que comenzó la pandemia, el 47% sufría de alguna enfermedad de base: hemato-oncológicas, neurológicas, enfermedades pulmonares crónicas. Hoy ese porcentaje se eleva al 80% de los ingresados, con edades que van desde los 18 meses hasta los 18 años.
“Hoy tenemos 31 internados con coronavirus, 4 de ellos en la unidad de cuidados intensivos y con asistencia respiratoria mecánica”, informó Rosa Bologna, jefa de Epidemiología del Hospital Garrahan.
“Lo que se hace en los niños con Covid consiste inicialmente en las medidas de sostén, como suministrarles antitérmicos para bajar la temperatura, hidratación si es necesario y a les que tienen problemas respiratorios, los corticoides; en el caso de insuficiencias respiratorias se hace la asistencia respiratoria mecánica de la misma manera que en adultos”, explica Bologna.
Por otra parte, la especialista explicó en qué consiste el síndrome inflamatorio multisistémico, un cuadro que afecta en particular a los más infectados más jóvenes: “es un síndrome post infección que se presenta con fiebre alta, dolores articulares, manchas en la piel y que puede traer complicaciones cardíacas y dolores abdominales, y para lo cual se suministra glamoglobulina endovenosa y dexametasona. Estos tratamientos son para un porcentaje que es bajo, es para quienes requieran internación”.
Escuelas y contagios
Sobre la presencialidad en las escuelas, Bologna señaló: “hay algunos estudios que demuestran que aumenta el número de casos, en particular cuando la tasa de infecciones de la ciudad o región es elevada. En el último tiempo se han publicado estudios en Gran Bretaña, Estados Unidos, Suecia y Dinamarca que muestran que tener las escuelas abiertas coincide con la aparición de más casos”.
“En Reino Unido -agregó la médica- se hizo confinamiento sin cerrar las escuelas y se observó que las infecciones entre niñes de 2 a 10 años y de 11 a 16 era de 2 y 3%, y que siempre era mayor que la registrada en otros grupos; y que recién cuando se implementó el cierre de las escuelas se pudo controlar el número de casos. Hay otros datos que muestran cómo los maestros que enseñaban en forma presencial tenían una mayor tasa de infección; y que lo que ha ocurrido siempre es que la infección en los niños se subestima porque hay un porcentaje que es asintomático y no se detecta”.
Bologna puso como ejemplo un estudio en jardines de infantes de Utah, Estados Unidos, donde se detectó la circulación del virus recién cuando comenzaron los síntomas en padres y docentes: “la presencialidad en la escuelas tiene impacto cuando la tasa de infecciones en la localidad es elevado. Por eso 200 casos por 100 mil habitantes es semáforo rojo para las restricción y el cierre de escuelas en esas ciudades”.
Pese a haber cerrado la semana pasada con una tasa de más 1250 contagios cada 100 mil habitantes, la Ciudad de Buenos Aires insiste con su resistencia en los medios y la justicia a no ir suspender las clases presenciales. “Sería importante que se tomaran decisiones desde el punto de vista epidemiológico porque está demostrado que con tasas altas en la comunidad, la presencia en las escuelas impacta. Sobre todo en el AMBA, en Córdoba o en Rosario, donde la tasa de incidencia es alta”, señaló.
Por último, Bologna enumeró las medidas de prevención, y destacó el valor de la instrucción de las mismas para el cuidado de los más chicos: “es clave educarlos en la higiene de manos y el distanciamiento social, pero también en el uso correcto del barbijo en el caos de los mayores de 3 años. Los niños entienden bien cuando uno le explica cómo es la transmisión de los virus y las bacterias, o por qué hoy es importante cuidarse a uno mismo y los demás”.
* Nota publicada originalmente en AgenciaCTA