Canal Abierto Radio | El pasado viernes 3 de junio los movimientos feministas y transfeministas movilizaron a siete años del primer #NiUnaMenos para seguir visibilizando las desigualdades y violencias por razones de género, además de exigir una reforma judicial con perspectiva feminista. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), se distinguió la columna sindical por la cantidad de compañeras militantes que se acuerparon para marchar en contra de la violencia patriarcal.
“Es un momento de mucho impacto porque es el balance de siete años de Ni Una Menos y las estadísticas muestran que nos siguen matando. De todas maneras, sabemos que hay muchísimos avances conseguidos por la lucha en la calle”, manifestó Clarisa Gambera, titular del departamento de Género y Diversidad de ATE Nacional, en diálogo con Canal Abierto Radio, asegurando que “la Justicia es un hueso duro de roer donde la impunidad garantiza que los femicidas anden como si nada porque no hay respuesta ante la violencia”.
Asimismo, la dirigente gremial expresó: “Hay impotencia porque ante semejante irrupción del movimiento y con todo lo que vino a cuestionar el Ni Una Menos la sensación es que falta un montón. Pero el camino es por acá, con organización y enfrentando un discurso de derecha muy virulento que se nos viene a nivel regional y de país que de manera agresiva viene presentándose en los medios”.
“Esta derecha que se organiza y viene por las trabajadoras, viene por nuestras organizaciones y conquistas”, denunció.
Gambera destacó la imponente columna de feministas sindicales donde movilizó y remarcó al respecto: “Hay un saldo acumulativo en términos de organización de clase que deja la marea verde y es la marea sindical”. En este sentido, resaltó que esta última aprendió de la lucha representada en la conquista de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE): “esa forma de articular y hacer política con cierto tinte feminista entendiendo cómo nos fortalece a todas hacia afuera y hacia adentro la unidad de acción que venimos construyendo”.
En esta línea, valoró la transformación de las organizaciones sindicales a raíz de dicha militancia: “Estamos muy orgullosas de esta construcción de estos años que fue el Ni Una Menos que rebalsó en nuestros propios sectores de trabajo que después se cristaliza con el Paro de Mujeres y que tiene continuidad generando muchas posibilidades de agenda para debatir. Estamos logrando transversalizar la agenda del trabajo sindical con el feminismo. La transformación es con nosotras en los lugares de decisión”.
Gambera habló sobre la paridad de género en el sindicato subrayando que “es de vanguardia que en las secretarías generales se comparta en términos de paridad”, por lo que se señaló: “Estamos muy orgullosas porque es una conquista de las compañeras de ATE que llevó mucho tiempo de discusión. El debate del estatuto llevó seis años, la organización de las mujeres lleva más. Tenían una deuda con nuestra participación porque, además, somos mayoría las mujeres dentro de la organización, así que para nosotras es una conquista que tiene que ver con el 3J porque para transformar la sociedad que habitamos o las violencias que también se expresan en el sindicato la única posibilidad no es estar denunciando gente todo el tiempo sino cambiar la correlación de fuerzas para disponer formas distintas y poner un freno a las situaciones que ya no se toleran”.
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“Para mí es un enorme paso democratizar en términos de paridad de género y diversidad porque es una forma de transformar la sociedad y para pelear contra la violencia es esa: acumular fuerza mientras vamos adquiriendo las herramientas”, añadió.
Y concluyó explicando la consigna referente al Fondo Monetario Internacional Vivas, libres y desendeudadas nos queremos: la deuda es con nosotras: “Es una consigna de clase porque las paritarias se fueron poniendo cada vez más duras con el FMI cerca, pero lo que fuimos aprendiendo es que esa deuda tan identitaria para quienes nacimos en el país se traduce también en el endeudamiento de nuestra economía doméstica y la vida cotidiana”.