Redacción Canal Abierto | Tensos momentos se viven en Estados Unidos tras la filtración del borrador de la opinión mayoritaria de la Corte Suprema de ese país sobre derogar el histórico fallo Roe vs Wade. El presidente del Tribunal, el juez John Roberts, confirmó luego que el borrador filtrado que esboza un futuro cambio de profundo calado en la regulación legal del aborto es verdadero.
En ese texto, el juez conservador Samuel Alito afirma que la decisión del Supremo en el caso de 1973 Roe contra Wade, que legalizó el aborto en todo el país, fue “manifiestamente errónea y profundamente dañina”.
El derecho al aborto está vigente desde 1973, y fue ganado en una sentencia histórica de ese mismo Tribunal a partir de la demanda de una mujer, Norma McCorvey, contra el fiscal de Dallas, que reclamó su derecho a abortar en ese Estado.
La filtración de un informe que señala que una mayoría de la Suprema Corte de Estados Unidos ha decidido anular la protección constitucional del derecho al aborto con la revocación del fallo Wade v. Roe que habilitó en 1973 el #abortolegal ha provocado un estallido de protestas. pic.twitter.com/ruxI6ZadrI
— Canal Abierto (@canalabiertoar) May 5, 2022
Al trascender la noticia, miles de mujeres se volcaron a las calles en defensa de este derecho a decidir sobre su maternidad. También lo hicieron los sectores antiaborto que ven en esta situación una posibilidad de expandir su postura. Según dicen los sondeos, siete de cada diez estadounidenses está en contra de revocar la ley actual.
Amnistía Internacional Argentina se expresó al respecto y dijo: “Es algo inadmisible. La prohibición del aborto obligaría a las mujeres, las niñas y las personas con capacidad de gestar a tener embarazos en contra de su voluntad, o a buscar abortos inseguros. De convalidarse el borrador de la sentencia, se anularían más de 40 años de protecciones esenciales de los derechos de las personas con capacidad de gestar en los Estados Unidos. Además, es un duro golpe a la igualdad de género”.
Por su parte Mariela Belski, directora ejecutiva de AIAr, agregó: “Los obstáculos nos fortalecen. Vaya que Argentina sabe de esto. Tras años de lucha logramos que el aborto sea legal en nuestro país. Ahora, mientras gran parte del mundo está ampliando los derechos humanos, incluido el derecho a la interrupción del embarazo, Estados Unidos está retrocediendo en el tiempo y poniendo en riesgo la vida y la libertad de millones de personas. Nos solidarizamos con las niñas y mujeres de Estados Unidos elevando nuestro compromiso por la protección de los derechos humanos”.
Tal es la fuerza de la lucha de Argentina y Latinoamérica, que en las convocatorias a las manifestaciones llamaron a vestir de verde, color que la Campaña Nacional Por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito logró imponer con su pañuelo de lucha.
Finalmente, Amnistía Internacional recuerda que el derecho al aborto es una necesidad básica de atención médica para millones de mujeres, niñas y personas con capacidad de gestar. Obligar a alguien a llevar un embarazo en contra de su voluntad, por el motivo que sea, es una profunda violación de los derechos humanos.
Te puede interesar: Chile va por la despenalización del aborto
La ley actual y los posibles escenarios
Actualmente hay 13 estados con normas restrictivas ya aprobadas aunque todavía sin efecto, que entrarían inmediatamente en vigor si la Corte Suprema deroga la ley de 1973. Estos estados son: Arkansas, Idaho, Kentucky, Louisiana, Mississippi, Missouri, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Oklahoma, Tennesse, Utah, Wyoming y Texas. En la mayoría de ellos, las leyes restrictivas -como la aprobada en Texas en septiembre del año pasado- prohíben abortar a partir de las seis semanas de embarazo, cuando todavía las propias personas gestantes ni siquiera saben que están embarazadas.
Además, esta ley de Texas alienta a la ciudadanía a ejercer de policía contra sus propias vecinas y familiares, al ofrecer una recompensa de U$D10.000 a quienes denuncien a cualquier persona sospechosa de ayudar a abortar. Más dura aún es la ley de Alabama, que prohíbe el aborto en cualquier supuesto a partir del momento en que “se sabe que la mujer está embarazada”, sin ninguna excepción.
Para el Instituto Guttmacher, se da por hecho que 22 estados prohibirían el aborto una vez que quede sin efecto la actual ley estatal, incluidos los ya mencionados y otros cuatro es probable que lo hicieran. Por el contrario, mantendrían la ley estatal 12 estados, y aunque otros 10 tampoco prohibirían el aborto, su población no tiene clínicas cercanas que puedan atender a pacientes de otros estados.
Así, en la práctica, millones de mujeres estarían obligadas a desplazarse a otros Estados para poder ejercer su autonomía personal y su derecho a decidir libremente sobre el embarazo y la maternidad.